
29 de agosto de 2025 a las 05:15
Restaurantes de Cancún a oscuras: ¿Adiós al turismo?
El zumbido de los aires acondicionados, otrora constante y tranquilizador en los restaurantes de la avenida Huayacán en Cancún, ha sido reemplazado por el inquietante silencio de los ventiladores apagados y el murmullo de comensales incómodos. Las recientes fallas eléctricas, que han sumido a la zona en una intermitente oscuridad, están golpeando duramente el bolsillo de los restauranteros, quienes reportan pérdidas de hasta un 20% en sus ventas. No se trata solo de la ausencia de clientes, sino de un efecto dominó que impacta cada aspecto de sus operaciones.
Marcy Bezaleel, presidente de Cocineros por Quintana Roo, pinta un panorama sombrío. "Los apagones son una verdadera pesadilla," comenta con preocupación. "Justo en horas pico, cuando los restaurantes están a plena capacidad, la electricidad se va y regresa de golpe, causando estragos en nuestros equipos. Hornos, refrigeradores, sistemas de punto de venta… todo queda vulnerable a estos repentinos cambios de voltaje. Es como una ruleta rusa para nuestros aparatos."
Imaginen la escena: un restaurante lleno, el aroma de la comida flotando en el aire, las conversaciones animadas… y de repente, oscuridad. El bullicio se transforma en un murmullo de desconcierto. El calor se vuelve sofocante, la comida en las cocinas empieza a correr peligro y los clientes, frustrados por la interrupción y la falta de aire acondicionado, optan por abandonar el lugar. Las pérdidas no se limitan a los ingresos del día, sino que se extienden a los costosos equipos dañados, muchos de los cuales son vitales para el funcionamiento del negocio.
A la ya de por sí complicada situación se suma la incertidumbre de los seguros. Muchos restauranteros se encuentran desprotegidos ante este tipo de daños, lo que añade una carga financiera adicional a las pérdidas que ya están enfrentando. "¿Quién nos compensa por estos perjuicios?", se pregunta Bezaleel. "No podemos seguir operando bajo esta constante amenaza."
La problemática, sin embargo, no se limita a la avenida Huayacán ni a Cancún. Restauranteros de todo el sureste del país han alzado la voz, denunciando una situación similar. En el marco de la Asamblea Nacional de Canirac, el gremio ha llevado el tema ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), exigiendo soluciones concretas. "No podemos permitir que la inestabilidad del suministro eléctrico siga afectando a nuestra industria," afirma Bezaleel. "Necesitamos respuestas y acciones inmediatas."
La CFE, por su parte, ha reconocido las fallas y ha atribuido las interrupciones a diversas causas, desde inundaciones hasta la caída de árboles. Si bien la paraestatal ha informado sobre los tiempos de reparación, la realidad es que las consecuencias de estos apagones se prolongan mucho más allá de la restauración del servicio. La incertidumbre, la frustración y las pérdidas económicas siguen latentes, dejando a los restauranteros en una situación precaria.
La pregunta que queda en el aire es: ¿qué medidas se tomarán para garantizar un suministro eléctrico estable y evitar que esta situación se repita? Los restauranteros del sureste, y en particular de Cancún, esperan respuestas concretas y soluciones a largo plazo. Mientras tanto, el temor a un nuevo apagón sigue presente, como una sombra que amenaza la viabilidad de sus negocios.
Fuente: El Heraldo de México