
29 de agosto de 2025 a las 04:50
Morena prioriza Senado: Reforma, territorio y unidad
El futuro político de México se dibuja con trazos firmes, y Morena, con Luisa María Alcalde al timón, se prepara para navegar las aguas turbulentas de las próximas elecciones. La reciente reunión plenaria en el Senado ha dejado claro el rumbo: Reforma Electoral, trabajo territorial y unidad partidista, los tres pilares sobre los que se cimentará la estrategia de cara a 2027. La ambiciosa meta de conquistar las 17 gubernaturas en disputa, incluyendo bastiones tradicionalmente adversos como Chihuahua, Nuevo León, Aguascalientes y Querétaro, no es un simple anhelo, sino una apuesta decidida que se sustenta en la creciente influencia del partido.
La Reforma Electoral se perfila como el campo de batalla más importante. Alcalde ha sido enfática: la discusión debe ser abierta, sin imposiciones, con un análisis profundo de temas cruciales como el financiamiento de los partidos, el sistema de plurinominales y los costos electorales. La sombra de las "listas cupulares" que arropan a figuras sin arraigo popular planea sobre el debate, y Morena se presenta como el abanderado de la pluralidad y la representación auténtica. La propia existencia del INE y los OPLES se pone en tela de juicio, planteando la posibilidad de un sistema unificado que, según la visión morenista, optimizaría recursos y simplificaría procesos. ¿Será este el punto de inflexión que transforme el panorama electoral mexicano?
Más allá de los escaños y las urnas, Morena apuesta por el trabajo de base, la construcción de un tejido social sólido que se extienda a lo largo y ancho del país. Con cerca de 9 millones de afiliados y la meta de alcanzar los 10 millones antes de que termine el año, la formación de más de 71,500 comités seccionales se presenta como la clave para defender el proyecto de transformación y blindar los procesos electorales de futuras controversias. Estos comités no son meros instrumentos electorales, sino núcleos de participación ciudadana, espacios donde se debate, se construye y se defiende el futuro del país.
Pero la ambición no está exenta de desafíos. La unidad interna, ese ingrediente fundamental para cualquier proyecto político, se convierte en un imperativo categórico. Alcalde lo ha expresado con claridad: la congruencia entre legisladores, gobernadores y dirigentes es esencial para mantener la confianza del pueblo. Cada acción, cada decisión, tiene un impacto directo en el proyecto de transformación, y la responsabilidad de no fallar pesa sobre los hombros de todos los que forman parte del movimiento.
El optimismo de Morena se basa en la percepción de un crecimiento sostenido y una conexión real con las necesidades de la gente. Sin embargo, la fragmentación del panorama político y la polarización social representan obstáculos importantes. ¿Logrará Morena consolidar su liderazgo y traducir su influencia en victorias electorales contundentes? El 2027 se presenta como un año decisivo, un verdadero punto de inflexión para el futuro político de México.
Fuente: El Heraldo de México