
29 de agosto de 2025 a las 03:10
Horror en Oaxaca: Padre detenido
La pesadilla que una joven vivió en su propio hogar, presuntamente a manos de su padre, J.R.O.V., parece estar llegando a su fin. Las paredes que una vez fueron testigo del horror, ahora resuenan con el eco de la justicia que comienza a abrirse camino. Los días 24 y 29 de diciembre de 2018, fechas que quedarán grabadas a fuego en la memoria de la víctima, marcaron el inicio de una investigación que ha trascendido fronteras estatales. En la colonia La Paz, perteneciente a Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca, se gestaron los hechos que hoy tienen a J.R.O.V. frente a la justicia. La Fiscalía General del Estado de Oaxaca, a través de la Fiscalía Especializada en Justicia para Adolescentes, ha desplegado un minucioso trabajo de investigación que culminó con la obtención de una orden de aprehensión contra el presunto agresor.
Imaginemos por un momento el coraje y la determinación de la víctima al romper el silencio, al enfrentarse a la dolorosa realidad de denunciar a su propio progenitor. Este acto de valentía es el primer paso hacia la sanación, hacia la reconstrucción de una vida marcada por la traición y el abuso. La Fiscalía, consciente de la gravedad del delito y la vulnerabilidad de la víctima, ha actuado con celeridad y profesionalismo, priorizando la protección y el acompañamiento a la joven.
Pero J.R.O.V., en un intento desesperado por evadir las consecuencias de sus actos, huyó de Oaxaca buscando refugio en el estado de Querétaro. Creyó, quizás, que la distancia lo protegería, que el anonimato de una nueva ciudad borraría su pasado. Sin embargo, subestimó el poder de la justicia y la colaboración entre las autoridades. La Fiscalía de Oaxaca, lejos de rendirse, intensificó sus esfuerzos y, gracias a un exhaustivo trabajo de inteligencia, logró ubicar al fugitivo. Se activó entonces una red de cooperación interinstitucional, alertando a las autoridades queretanas quienes, con prontitud y eficacia, llevaron a cabo la captura de J.R.O.V.
Ahora, tras las rejas, el presunto agresor enfrenta el peso de la ley. El largo brazo de la justicia ha demostrado que no existen fronteras para la verdad, que ningún rincón del país puede servir de escondite para quienes atentan contra la integridad de las personas, especialmente de las más vulnerables. El proceso de traslado a Oaxaca ya se ha iniciado. Pronto, J.R.O.V. estará a disposición de la autoridad ministerial correspondiente, donde se le garantizará el debido proceso y se determinará su situación jurídica. Este caso nos recuerda la importancia de la denuncia, la necesidad de romper el silencio ante cualquier tipo de violencia. Es un llamado a la sociedad a estar alerta, a proteger a nuestros niños y adolescentes, a construir un futuro donde la justicia y la protección prevalezcan sobre el miedo y la impunidad. Mientras la investigación continúa, la esperanza se mantiene viva. La esperanza de que este caso sirva como ejemplo, como un mensaje claro de que la justicia, tarde o temprano, alcanza a quienes intentan escapar de ella.
Fuente: El Heraldo de México