En un giro del destino tan peculiar como fascinante, una mujer recién divorciada y estrenando hogar ha encontrado una compañía inesperada y místicamente talentosa en un gatito dos veces rechazado. Emily Cook, aficionada a la astrología y con una creciente comunidad de más de 60 mil seguidores en TikTok bajo el nombre "My Cat Does Tarot", afirma que su gato bombay, Cole, posee la singular habilidad de leer las cartas del tarot. Esta historia, digna de las mejores crónicas de lo insólito, ha capturado la atención de miles en redes sociales.

Lo que comenzó como un simple juego felino se transformó en un fenómeno viral. Cook relata cómo, de manera espontánea, Cole comenzó a interactuar con su mazo de tarot, desparramando las cartas como si se tratara de su propia arena personal. Sin embargo, la peculiaridad no radicaba en el desorden gatuno, sino en la selectividad con la que Cole, con su pequeño hocico, escogía ciertas cartas, depositándolas delicadamente sobre la alfombra. Estas cartas, según Cook, dotaban a las lecturas de un significado particular, un mensaje que parecía provenir del más allá.

"Estaba en mi sillón con mi baraja, como suelo hacer, y Cole simplemente decidió involucrarse", compartió Cook con la revista People, aún asombrada por el don de su compañero felino. "Comenzó a sacar cartas, a jugar con ellas, y luego seleccionó algunas, dejándolas en la alfombra como si quisiera decirme algo."

Los vídeos de Cole en acción, asistiendo a su humana en las lecturas de tarot, rápidamente conquistaron el ciberespacio. Algunos incluso superaron el medio millón de visualizaciones, un testimonio del magnetismo que ejerce la inusual destreza del minino. La precisión de las predicciones, según los seguidores de Cook, es sorprendente. Si bien la tarotista reconoce que parte de su fama se debe a la peculiaridad de un gato adivino, la exactitud de las lecturas ha contribuido a consolidar su reputación y la de su singular compañero.

Pero, ¿qué hay detrás de este fenómeno? ¿Simple casualidad o una conexión profunda con lo místico? Cook, inmersa en el mundo de la astrología, ofrece una perspectiva que entrelaza la sabiduría ancestral con el vínculo innegable entre humanos y animales.

"Los gatos son familia del alma", afirma Cook con convicción. "Se dice que no los eliges, ellos te eligen a ti. Actúan como guardianes, no sólo de la familia y sus humanos, sino también de sus espíritus". Esta conexión espiritual, según Cook, podría ser la clave del talento de Cole. Los gatos, criaturas sensibles a las energías sutiles, podrían actuar como intermediarios entre el mundo material y el espiritual, canalizando mensajes a través de las cartas del tarot.

La demanda por una consulta con el dúo adivinatorio ha crecido exponencialmente. Conseguir una cita con Cole, sin embargo, no es tarea fácil. "La gente piensa que es una locura intentar agendar una lectura con un gato", comenta Cook con humor. "Y tienen razón, los gatos hacen lo que quieren, cuando quieren. Por eso hay una lista de espera, para cuando Cole esté listo para leer el futuro."

Este peculiar caso nos invita a reflexionar sobre la conexión entre humanos y animales, y a explorar las posibilidades que se abren cuando nos permitimos ver más allá de lo evidente. ¿Será Cole un verdadero vidente felino o simplemente un gato juguetón con una fascinación por las cartas? Quizás la respuesta resida en la magia que surge de la conexión entre una mujer en busca de un nuevo comienzo y un gato rechazado que encontró su propósito en el mundo esotérico. Sea cual sea la explicación, la historia de Emily Cook y Cole, el gato tarotista, nos recuerda que la realidad, a veces, puede ser más sorprendente que la ficción.