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29 de agosto de 2025 a las 05:10
Familiares exigen justicia en Hidalgo
La angustia carcome. La incertidumbre es una sombra alargada que se extiende sobre cientos de familias en Hidalgo. 670 cuerpos sin identificar yacen en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), 670 posibilidades, 670 preguntas sin respuesta que se clavan como espinas en el corazón de quienes buscan desesperadamente a sus seres queridos. La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) se encuentra en el ojo del huracán, acusada de ineficiencia y de no brindar el apoyo necesario para identificar a estos desconocidos. ¿Cuántos de ellos podrían ser los hijos, las madres, los hermanos que se buscan con desesperación?
El silencio de las autoridades es ensordecedor. Los familiares denuncian la falta de respuestas, la indolencia ante un dolor que se agudiza con cada día que pasa. La Comisión de Búsqueda de Personas de Hidalgo (CBPEH) y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) parecen espectros, figuras ausentes en un drama que exige su presencia. La promesa de apoyo, de acompañamiento, se desvanece en el aire como un suspiro. Las familias se sienten abandonadas, a la deriva en un mar de incertidumbre, luchando contra la desesperanza que amenaza con consumirlas.
Oscar Muñoz, vocero de la asociación Buscando Hasta Encontrarte, alza la voz en nombre de todos ellos. Su clamor resuena en los pasillos del poder, exigiendo justicia, exigiendo respuestas. Hace cinco meses, una reunión con el encargado de despacho de la PGJEH, Francisco Hernández, prometía un cambio, una luz al final del túnel. Pero la esperanza se ha diluido. Las promesas se las ha llevado el viento. La PGJEH se comprometió a la identificación de los cuerpos con nueva tecnología, un rayo de luz en la oscuridad. Pero la realidad es otra. La maquinaria burocrática se mueve con lentitud exasperante, mientras las familias se consumen en la espera.
La falta de recursos agrava la situación. La CEAV, encargada de brindar apoyo económico a las familias para la búsqueda de sus seres queridos, ha fallado en su cometido. La búsqueda se convierte en una carrera contra el tiempo, una lucha desigual en la que las familias se enfrentan a la falta de recursos, a la indiferencia de las autoridades y al dolor lacerante de la ausencia.
La situación es crítica. La desesperación ha llevado a las familias a contemplar la intervención de instancias federales e internacionales. Su lucha trasciende las fronteras estatales, se convierte en un grito desesperado que busca resonar en los oídos del mundo. ¿Hasta cuándo tendrán que esperar para encontrar la verdad? ¿Hasta cuándo tendrán que soportar el peso de la incertidumbre? La pregunta queda flotando en el aire, como un eco del dolor que se niega a ser silenciado. La búsqueda continúa, incansable, impulsada por el amor y la esperanza, a pesar de la adversidad, a pesar del silencio, a pesar del olvido.
Fuente: El Heraldo de México