
29 de agosto de 2025 a las 07:10
Diversión bajo la lluvia en Mexicali
Mexicali, una ciudad acostumbrada al sol implacable y a un calor que parece derretir el asfalto, vivió una tregua de media hora. Treinta minutos que se sintieron como un oasis en medio del desierto. El pasado 26 de agosto, la lluvia, un fenómeno casi mítico en estas tierras, decidió visitar el Valle de Mexicali, regalando un respiro a sus habitantes y pintando postales inusuales en el paisaje urbano.
Las altas temperaturas, que superan fácilmente los 45 grados durante el verano, cedieron ante la fuerza refrescante del agua. Si bien las inundaciones y el caos fueron la cara opuesta de la moneda, la alegría de niños y jóvenes ante la inusual precipitación se robó el protagonismo en redes sociales. Videos que se viralizaron rápidamente mostraban la espontaneidad y la felicidad ante lo excepcional. Jóvenes apostados a las afueras de la Universidad Autónoma de Baja California, esperando ser salpicados por los coches al pasar por los charcos, se convirtieron en una imagen icónica de ese día. Niños navegando en improvisadas balsas hechas con tinas de plástico, dibujaron sonrisas en los rostros de quienes veían las imágenes. Eran escenas que recordaban la magia de la infancia y la capacidad de encontrar alegría en las cosas simples, incluso en medio de una situación compleja.
Es cierto, el temporal dejó su huella en la capital bajacaliforniana: calles inundadas, árboles caídos, cables de electricidad rotos… Sin embargo, para muchos "cachanillas", como se conoce a los habitantes de Mexicali, la oportunidad de disfrutar de una lluvia intensa, algo que no sucedía en mucho tiempo, opacó cualquier inconveniente. Fue un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de la capacidad humana de encontrar la belleza incluso en la adversidad. Una pausa en la rutina, un soplo de aire fresco en medio del calor abrasador.
Lamentablemente, la dicha fue efímera. El pronóstico del tiempo no ofrece esperanzas de nuevas lluvias en los próximos días. El sol, señor absoluto de estas tierras, volverá a reclamar su trono. Se espera que las temperaturas oscilen entre los 39 y los 43 grados durante los últimos días de agosto. El cielo despejado y los vientos ligeros serán la tónica dominante, un contraste marcado con la breve pero intensa visita de la lluvia. Mexicali volverá a su realidad desértica, guardando en la memoria el recuerdo de esos 30 minutos de tregua, un oasis en medio de la aridez, una anécdota para contar y una esperanza para el futuro. Quizás, la próxima vez, la lluvia se quede un poco más.
Fuente: El Heraldo de México