El inquietante video que circula en TikTok, compartido por el usuario @elmaestroespanto, ha reavivado el ancestral temor al robo de bebés por parte de seres sobrenaturales. Las imágenes, aunque breves, muestran una figura femenina emergiendo de la oscuridad con una mirada penetrante y acercándose sigilosamente a la cuna de un bebé. La figura, con movimientos rápidos y precisos, introduce la mano entre los barrotes, toma un chupón y lo coloca en la boca del pequeño, como buscando silenciarlo. Lo más perturbador es la inusual posición de la mujer, agachada, casi arrastrándose, como si quisiera evitar ser vista por la cámara. Si bien algunos argumentan que podría tratarse de un familiar que acudió a calmar al niño, la forma en que la figura desaparece debajo de la cuna, y la atmósfera general de las imágenes, alimentan las teorías más escalofriantes.

Este caso nos recuerda las profundas raíces de la creencia en brujas y su supuesta capacidad para influir en la salud y el bienestar de los niños. En diversas culturas, desde tiempos inmemoriales, se han transmitido historias y leyendas sobre estos seres y su poder para maldecir, enfermar o incluso robar a los recién nacidos. Estas narrativas, cargadas de simbolismo y misterio, reflejan los temores más profundos de las comunidades, la vulnerabilidad de la infancia y la necesidad de proteger a los más pequeños.

Precisamente, la protección contra estas amenazas sobrenaturales ha dado lugar a una rica variedad de rituales y amuletos. En algunas culturas, se colocaban tijeras abiertas debajo de la cuna del bebé, creyendo que su filo cortaría cualquier maleficio. En otras, se utilizaban hierbas aromáticas, como el romero o la ruda, para ahuyentar a las energías negativas. También era común colgar amuletos protectores, como la mano de Fátima o la cruz de Caravaca, cerca de la cuna, con la esperanza de que su poder mágico resguardara al niño. Incluso, la simple colocación de una cinta roja en la muñeca del bebé se consideraba una poderosa defensa contra el mal de ojo y otras influencias maléficas.

Estos rituales, transmitidos de generación en generación, nos hablan de una época en la que la magia y la superstición eran parte integral de la vida cotidiana. Si bien la ciencia moderna ha desmitificado muchas de estas creencias, el video del monitor de bebés nos recuerda que estos miedos ancestrales aún persisten en el inconsciente colectivo. La figura que se desliza en la oscuridad, la intención aparentemente maligna, y la vulnerabilidad del niño, tocan fibras sensibles en nuestra psique, evocando un temor primordial que trasciende la racionalidad. ¿Se trata de una bruja, de un familiar preocupado o simplemente de un juego de sombras y percepciones? El misterio permanece, alimentando las especulaciones y dejando espacio para la interpretación. Lo que sí es cierto es que el video ha logrado capturar la atención de miles de usuarios, reavivando el debate sobre lo paranormal y la persistencia de antiguas creencias en el mundo moderno. ¿Será que, en la era de la tecnología y la hiperconexión, seguimos buscando explicaciones en el reino de lo desconocido?