
28 de agosto de 2025 a las 22:50
Justicia para Xiomara: Horror en la Finca
La consternación envuelve a La Arena, Piura, tras el desgarrador hallazgo del cuerpo de Xiomara Huertas Santiago, de tan solo 18 años. La joven, llena de sueños y con un futuro prometedor en la carrera de Ciencias de la Administración en la Universidad Nacional de Piura, desapareció el 19 de agosto, dejando a su madre, Milagros S.M., sumida en la angustia y la desesperación. Desde ese fatídico día, la comunidad entera se volcó en la búsqueda de Xiomara, pegando carteles con su rostro, organizando brigadas de rastreo y compartiendo su foto en redes sociales con la esperanza de un milagro. La incertidumbre y el temor se apoderaron de cada rincón del distrito, mientras la sombra de la tragedia se cernía sobre las familias.
La esperanza se desvaneció cuando un grupo de jóvenes, participando activamente en la búsqueda, descubrió un corral con tierra removida en la propiedad de la hermana de Milagros S.M. Un escalofrío recorrió sus espaldas al pensar en la posibilidad, cada vez más real, de que Xiomara estuviera allí. Inmediatamente alertaron a la policía, que se encontraba desplegada en la zona intensificando las labores de búsqueda. La tensión se podía palpar en el aire mientras los uniformados se acercaban al lugar, donde pastaba tranquilamente un toro, ajeno a la macabra escena que se ocultaba bajo sus patas.
Tras retirar al animal y una letrina improvisada, la terrible verdad salió a la luz: el cuerpo sin vida de Xiomara yacía enterrado en el corral. El horror y la indignación se apoderaron de los presentes. En la escena se encontraba Jorge Silva Álvarez, esposo de la tía de la víctima, quien fue inmediatamente detenido. La furia contenida de los vecinos y familiares explotó en un intento desesperado de linchamiento. La rabia, alimentada por la impotencia y el dolor, se desató contra el vehículo policial, obligando a los agentes a utilizar gas lacrimógeno para dispersar a la multitud enardecida.
La detención de Silva Álvarez no calmó la sed de justicia de la comunidad. Recordaron las palabras de Xiomara, quien en vida había señalado a su tío político por acoso sexual. Este antecedente, sumado al hallazgo del cuerpo en su propiedad, convirtió la sospecha en una certeza desgarradora para la familia. Las autoridades, conscientes del clima de tensión, trasladaron a Silva Álvarez bajo un fuerte resguardo policial, primero a la comisaría de Monte Castillo y posteriormente a Piura, buscando evitar nuevos brotes de violencia.
Ahora, la comunidad de La Arena exige justicia para Xiomara. Piden que se investigue a fondo el caso, que se esclarezcan todos los detalles y que el responsable pague por este crimen atroz que ha arrebatado la vida de una joven llena de ilusiones. La lucha por la justicia apenas comienza, y la memoria de Xiomara se convierte en el estandarte de una comunidad que clama por un futuro libre de violencia para sus hijas. El caso de Xiomara pone de manifiesto, una vez más, la vulnerabilidad de las mujeres en nuestra sociedad y la urgente necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir y erradicar la violencia de género.
Fuente: El Heraldo de México