
28 de agosto de 2025 a las 19:55
El Mito Alonso: ¿Qué pasó?
La noticia del ingreso hospitalario de Emilio Fernando Alonso encendió las alarmas en el mundo del periodismo deportivo. Aunque el Perro Bermúdez, con su característico optimismo, tranquilizó a la afición confirmando su pronta salida del hospital, el episodio nos recuerda la importancia de figuras como Alonso en el panorama mediático mexicano. Más allá de una simple narración, Emilio Fernando Alonso teje una historia, un relato que va más allá del marcador. Su voz, templada por la experiencia y cargada de una erudición poco común en el ámbito deportivo, nos ha acompañado a lo largo de décadas, convirtiéndolo en un referente indiscutible.
No se trata solamente de narrar un gol, un penalti o una jugada polémica. Emilio Fernando Alonso, con su formación histórica, dota a cada encuentro de un contexto, de una profundidad que enriquece la experiencia del espectador. Nos recuerda los antecedentes, las rivalidades históricas, los momentos cruciales que han forjado la leyenda de los equipos y los jugadores. Su narración no es meramente descriptiva, es analítica, reflexiva, y nos invita a comprender el deporte como un fenómeno social y cultural.
Desde sus inicios en la década de los 80, Alonso demostró una capacidad innata para conectar con la audiencia. Su estilo, elegante y preciso, se aleja de los excesos y la superficialidad, apostando por un lenguaje elocuente y una dicción impecable. En un mundo mediático a menudo dominado por la estridencia, la voz de Alonso se erige como un oasis de serenidad y profesionalismo.
Su paso por diferentes cadenas televisivas, desde TV Azteca hasta ESPN y TUDN, demuestra su versatilidad y su capacidad de adaptación. En cada una de estas etapas, ha dejado una huella imborrable, influenciando a nuevas generaciones de periodistas deportivos. Muchos han intentado imitar su estilo, pero la combinación única de conocimiento, pasión y elocuencia que caracteriza a Emilio Fernando Alonso es difícil de replicar.
Más allá de los reconocimientos y los premios, el mayor legado de Emilio Fernando Alonso reside en la conexión emocional que ha establecido con millones de mexicanos. Su voz nos ha acompañado en momentos de alegría y de tristeza, de triunfo y de derrota. Nos ha hecho vibrar con las hazañas de nuestros deportistas y nos ha consolado en las decepciones.
El susto que nos dio su reciente ingreso hospitalario nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de valorar a las figuras que han contribuido a enriquecer nuestra cultura deportiva. Esperamos su pronto regreso a las cabinas de transmisión, para que continúe deleitándonos con su inconfundible estilo y su sabiduría. El mundo del deporte mexicano no sería el mismo sin la voz de Emilio Fernando Alonso.
Mientras esperamos noticias sobre su estado de salud y su eventual regreso, nos queda repasar su trayectoria, recordar sus narraciones más memorables y reflexionar sobre la importancia de la crónica deportiva en la construcción de nuestra identidad colectiva. Emilio Fernando Alonso, más que un narrador, es un cronista de nuestra historia deportiva, un maestro que nos ha enseñado a amar y comprender el deporte en toda su complejidad.
Fuente: El Heraldo de México