La tensión política en México se ha intensificado tras los incidentes ocurridos en el Senado de la República. Las agresiones físicas protagonizadas han generado una ola de indignación y rechazo, llevando a figuras políticas como el diputado Cuauhtli Fernando Badillo Moreno a pronunciarse con vehemencia. Badillo Moreno no ha escatimado en calificativos hacia Alejandro "Alito" Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, a quien ha tildado de "loco" y "psicópata", exigiendo incluso su procesamiento y desaforo del Congreso de la Unión. La contundencia de sus declaraciones refleja la gravedad de los acontecimientos y la preocupación por el clima de violencia que parece estar instalándose en la esfera política.

Desde la Directiva del Congreso del Estado de San Luis Potosí, Badillo Moreno ha expresado su preocupación por la falta de madurez política demostrada en el Senado. Ha cuestionado la capacidad de "Alito" Moreno para convivir en un espacio de debate y deliberación, argumentando que sus reacciones violentas representan un peligro para la integridad de los demás legisladores. El diputado ha hecho hincapié en la necesidad de que el Senado sea un espacio de diálogo y respeto, donde las diferencias se resuelvan mediante el debate y no a través de la agresión física. Su llamado a la cordura y a la responsabilidad política se suma a las voces que exigen un cambio en la dinámica de confrontación que parece estar dominando el escenario político nacional.

La situación se agrava aún más considerando el contexto político actual. Los resultados electorales adversos para el PRI y la renuncia del senador Néstor Camarillo, que deja al partido sin representación en la Mesa Directiva del Senado, parecen haber exacerbado la frustración de "Alito" Moreno. Badillo Moreno ha ironizado sobre la situación, señalando que Moreno Cárdenas es el "mejor" dirigente en la historia del PRI, precisamente porque está llevando al partido a su desaparición. Esta crítica mordaz refleja la profunda división política que existe en el país y la preocupación por el futuro del sistema democrático.

Badillo Moreno ha hecho un llamado a la reflexión y a la acción, instando a ambas cámaras del Congreso y a todos los legisladores a tomar medidas para detener las "locuras" de Moreno Cárdenas. Ha pedido que se impongan sanciones ejemplares para evitar que este tipo de comportamientos se repitan en el futuro. Su exhorto a la responsabilidad política se extiende también a la figura del senador Gerardo Fernández Noroña, cuyas actitudes agresivas, incluso hacia mujeres, han sido objeto de controversia. Si bien Badillo Moreno reconoce la trayectoria de Noroña y lo considera un amigo, también ha señalado la necesidad de que el senador reflexione sobre su conducta y actúe con mayor mesura. El diputado ha enfatizado que la dirigencia y otros compañeros ya han hablado con Noroña, pero ha dejado claro que no le corresponde a él dictarle cómo debe comportarse, ya que es "grande" y debe saber distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. Este llamado a la autocrítica y a la responsabilidad individual se suma a la exigencia de un cambio en la cultura política, donde el respeto y la tolerancia sean los pilares fundamentales de la convivencia democrática.