Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Economía

28 de agosto de 2025 a las 09:41

Atrae el talento top a EEUU

La reindustrialización de Estados Unidos se presenta como un ambicioso proyecto con un talón de Aquiles: la escasez de talento técnico. Mientras la administración estadounidense apuesta por el retorno de la producción, se olvida de un factor crucial: no se pueden construir autos, ni chips, ni nada con fábricas vacías. Se necesitan manos expertas, mentes innovadoras y una fuerza laboral capacitada para operar la maquinaria de la industria moderna. Las cifras son contundentes: casi medio millón de vacantes en manufactura y una proyección de casi dos millones de puestos sin cubrir en la próxima década. No se trata de un simple problema numérico, sino de una brecha cualitativa. La industria 4.0 demanda competencias específicas en áreas como simulación, análisis de datos, ciberseguridad y manejo de la nube. El desafío no es solo encontrar trabajadores, sino encontrar trabajadores preparados para los retos del siglo XXI.

Y aquí es donde México entra en escena, no como un simple espectador, sino como un actor clave en la ecuación. Llevamos décadas construyendo un sólido sistema de capacitación técnica, impulsado por una cultura de calidad, mejora continua y certificaciones internacionales. Nuestras plantas automotrices, desde Hermosillo hasta San Luis Potosí, son testimonio de nuestra capacidad para combinar la estandarización con la flexibilidad, un factor esencial para la eficiencia de cualquier cadena de suministro.

Además, contamos con una demografía privilegiada. Nuestra población joven, con una media de edad cercana a los 29 años, representa una inyección constante de talento al mercado laboral. Millones de jóvenes se incorporan cada año, y lideramos la formación de técnicos en la OCDE, con cientos de miles de egresados anualmente. Y no solo se trata de cantidad, sino también de calidad: un porcentaje significativo de nuestros egresados se especializan en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), precisamente las disciplinas que demanda la industria actual.

Esta inversión en capital humano explica por qué México se ha convertido en un pilar fundamental de la industria manufacturera en la región. La llegada de nuevas inversiones y la relocalización de proveedores no son fruto de la casualidad. Las empresas encuentran en nuestro país equipos completos, con la capacidad de interpretar planos, programar robots, gestionar datos y solucionar problemas técnicos con eficiencia. Ofrecemos, en resumen, la fuerza laboral que la reindustrialización necesita.

Mientras Estados Unidos enfrenta una creciente presión salarial y una feroz competencia por el escaso talento técnico disponible, México emerge como un aliado estratégico, no solo para complementar la producción, sino para impulsar la competitividad de toda la región. Juntos, podemos enfrentar el desafío global sin incrementar costos ni interrumpir las cadenas de suministro.

La verdadera pregunta no es si debemos seguir ensamblando o atraer más fábricas. El debate debe centrarse en cómo potenciar el talento humano que requieren las nuevas tecnologías. La respuesta reside en fortalecer la formación técnica, cerrar la brecha digital, promover la certificación, impulsar la participación femenina en la industria y facilitar la movilidad laboral.

Norteamérica debe apostar por su recurso más valioso: su gente. El cuello de botella no está en las fábricas, sino en la formación del talento. Y en ese campo, México tiene mucho que ofrecer. La colaboración, la inversión en educación y el desarrollo de habilidades son las claves para un futuro próspero y competitivo para toda la región. El talento no se improvisa, se cultiva. Y en México, ese cultivo ha dado frutos excepcionales.

Fuente: El Heraldo de México