
28 de agosto de 2025 a las 09:41
6 chicas la mataron: ¿por qué?
La tragedia que conmocionó a Aibonito, Puerto Rico, el pasado 11 de agosto, a tan solo un día del cumpleaños número 17 de Gabriela Nicole Pratts Rosario, continúa revelando detalles escalofriantes. Lo que inicialmente parecía una riña entre adolescentes, se ha transformado en un caso de premeditación, envidia y una violencia brutal que ha dejado a una familia destrozada y a una comunidad consternada. Nueve puñaladas, asestadas en una fiesta que se convirtió en una trampa mortal, truncaron la vida de una joven llena de sueños, a punto de celebrar un nuevo año de vida.
Las investigaciones han arrojado luz sobre la complejidad del caso. No se trató de un arrebato impulsivo, sino de un plan cuidadosamente orquestado. Las agresoras, seis jóvenes y la madre de una de ellas, prepararon la emboscada con frialdad, aprovechando la festividad del verano en Aibonito para ocultar sus verdaderas intenciones. La presencia de la madre de Gabriela Nicole, Lisandra Rosario, quien la acompañó al evento previendo posibles problemas debido a rencillas previas entre su hija y las agresoras, no fue suficiente para disuadirlas. Por el contrario, una de las jóvenes implicó a su propia madre en el macabro plan, asegurando su participación directa en el ataque.
El testimonio del fiscal Ernesto Quesada Ojeda es contundente: no fue una pelea, fue un asesinato premeditado. La imagen de una cuchilla disfrazada de peineta, utilizada para asestar las puñaladas mortales, es un testimonio estremecedor de la crueldad del acto. Las detenciones de dos mujeres, madre e hija, y las citaciones a declarar de dos adolescentes más, son solo el comienzo del proceso judicial que buscará esclarecer todos los detalles y responsabilidades en este caso.
El testimonio de Ángel, amigo de Gabriela Nicole, quien también resultó herido en el ataque, y el de la madre de la víctima, son piezas clave para reconstruir los hechos y comprender la magnitud de la violencia desatada. Mientras tanto, la familia de Gabriela Nicole lucha contra el dolor y la indignación, buscando justicia para su hija. Sus palabras resuenan con fuerza: "No fue por un novio, no fue por un amorcito, fue por envidia." Esta revelación, hecha por la tía de Gabriela, añade una capa de complejidad al caso, apuntando a un móvil que va más allá de una simple disputa adolescente. La envidia, un sentimiento oscuro y destructivo, se presenta como el detonante de una tragedia que ha dejado una profunda herida en la comunidad de Aibonito.
Las redes sociales se han convertido en un espacio para el duelo y la denuncia, con publicaciones que claman por justicia y recuerdan a Gabriela Nicole como una joven llena de vida, cuyo futuro fue arrebatado de la manera más cruel. La investigación continúa, y se espera que en los próximos días se revelen más detalles sobre este caso que ha conmocionado a Puerto Rico. La sociedad puertorriqueña exige respuestas y justicia para Gabriela Nicole, una víctima inocente de la violencia y la envidia. Este caso nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la educación en valores, la prevención de la violencia y la necesidad de crear un entorno seguro para nuestros jóvenes.
Fuente: El Heraldo de México