
27 de agosto de 2025 a las 09:40
¿Sobrevivirán los políticos al 2027?
El año 2027 se vislumbra como un parteaguas en el panorama político mexicano. No se trata de una simple renovación de cargos, sino de una reconfiguración del poder, una prueba de fuego para el partido en el poder y una oportunidad –quizá la última– para una oposición fragmentada. La contienda por las 17 gubernaturas, la Cámara de Diputados, los 31 congresos estatales y más de 2,400 presidencias municipales se convertirá en un termómetro del desgaste del oficialismo y de la capacidad de la oposición para resurgir de sus cenizas. ¿Podrá Morena mantener su maquinaria operativa y conservar la mayoría? ¿Logrará la oposición articular un discurso coherente y una propuesta atractiva para el electorado?
El telón de fondo de esta contienda lo conforman las recientes reformas internas de Morena, impulsadas desde su Consejo Nacional. La prohibición de actos anticipados de campaña, la austeridad como bandera y, sobre todo, el veto al nepotismo y la reelección (aunque con aplicación pospuesta para 2027) buscan proyectar una imagen renovada, capitalizando el discurso anticorrupción y diferenciándose del pasado. Sin embargo, esta estrategia tiene un costo interno. Familias políticas con gran influencia, como los Monreal o los Salgado, ven limitadas sus opciones, mientras que figuras como Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum libran una batalla soterrada por el alma del partido.
La oposición, por su parte, se encuentra en una encrucijada. Más que ganar, su prioridad es reconstruirse. Recuperar la credibilidad perdida, tejer alianzas sólidas y presentar un liderazgo convincente son tareas pendientes que, de no completarse, podrían condenarlos a una derrota aún más contundente en 2027. La falta de unidad y la ausencia de una propuesta clara son sus principales debilidades. El fantasma de la división y la falta de un horizonte común amenazan con diluir cualquier posibilidad de triunfo.
La reforma constitucional que aplazó la prohibición del nepotismo hasta 2030 añade otra capa de complejidad al escenario. Esta contradicción entre el discurso y la práctica genera tensiones internas, especialmente con figuras como Sheinbaum, quien aboga por mantener el calendario original. La transparencia y la coherencia se convierten, así, en elementos clave para evaluar la voluntad real de cambio.
En el ámbito local, la reelección en las alcaldías de la CDMX presenta un panorama heterogéneo. Mientras algunas figuras, como Alessandra Rojo de la Vega en Cuauhtémoc, Luis Mendoza en Benito Juárez o Carlos Orvañanos en Cuajimalpa, podrían optar por la reelección, otras, como Evelyn Parra en Venustiano Carranza y Berenice Hernández en Tláhuac, concluyen su segundo y último mandato. Esta situación también afecta a alcaldes de oposición como Mauricio Tabe en Miguel Hidalgo y Giovani Gutiérrez en Coyoacán, quienes deberán ceder el paso a nuevos candidatos.
En definitiva, 2027 no será una elección más. Será un plebiscito sobre la gestión de Morena, una prueba de la capacidad de la oposición para reinventarse y, sobre todo, un examen para la democracia mexicana. La unidad, la propuesta y la autocrítica serán los ingredientes esenciales para alcanzar el triunfo. Sin ellos, solo quedará la supervivencia política, una victoria pírrica en un escenario cada vez más complejo.
Fuente: El Heraldo de México