La noche del 26 de agosto se tiñó de dramatismo en la alcaldía Tlalpan, Ciudad de México. Las intensas lluvias que azotaron la zona desde horas tempranas desencadenaron una escena que por poco termina en tragedia. Una joven motociclista, de aproximadamente 25 años, se vio atrapada por la furia de la naturaleza en la avenida Cruz Blanca, en San Miguel Topilejo. Imaginen la escena: la oscuridad de la noche, la lluvia torrencial y el rugir del agua bajando con fuerza por la avenida. En ese escenario, la joven intentó desafiar la corriente, una decisión que casi le cuesta la vida.

La fuerza del agua, convertida en un impetuoso torrente, arrebató el control de la motocicleta a la joven, precipitándola bajo las ruedas de un camión que transitaba por la misma avenida. Un instante que heló la sangre de los testigos. La providencia, o quizás la rápida reacción del conductor del camión, quiso que las llantas delanteras del pesado vehículo detuvieran el cuerpo de la joven, evitando una tragedia mayor. Fueron segundos eternos, la diferencia entre la vida y la muerte.

La solidaridad de los vecinos de San Miguel Topilejo se hizo presente de inmediato. Sin dudarlo, se lanzaron al rescate de la joven, luchando contra la corriente para liberarla de su peligrosa situación. Minutos después, llegaron los elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) para brindar atención médica a la afectada y evaluar su estado de salud. Afortunadamente, y a pesar del gran susto y las posibles contusiones, la joven sobrevivió a esta experiencia límite.

Este incidente nos recuerda la importancia de atender las recomendaciones de las autoridades, especialmente en temporada de lluvias. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil insiste en la necesidad de evitar cruzar calles o avenidas inundadas, sin importar si se es peatón, ciclista o motociclista. El agua, aunque parezca inofensiva, puede esconder peligros mortales.

Las corrientes, incluso las que parecen superficiales, tienen la fuerza suficiente para arrastrar a una persona, provocando caídas, lesiones e incluso la muerte. Además, el agua puede ocultar objetos peligrosos, como escombros, cables o vidrios rotos, que pueden causar heridas graves. Recordemos que la prevención es la mejor herramienta para proteger nuestra vida y la de los demás.

Ante la inminencia de fuertes lluvias, es fundamental informarse sobre las alertas meteorológicas emitidas por las autoridades. Planificar las rutas con anticipación y evitar zonas propensas a inundaciones puede marcar la diferencia. Si se encuentra con una calle inundada, la mejor opción es buscar una ruta alternativa, aunque esto implique un retraso en su trayecto. Recuerde, ninguna prisa justifica poner en riesgo su vida.

La historia de la joven motociclista en Tlalpan es un llamado de atención a la prudencia y a la responsabilidad. La naturaleza, en su inmensidad y poder, nos recuerda que debemos respetarla y tomar precauciones. Informarse, prevenir y actuar con responsabilidad son las claves para evitar tragedias como la que estuvo a punto de ocurrir en San Miguel Topilejo.