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27 de agosto de 2025 a las 09:10
Edil de Oaxaca roba frente a niños
La indignación crece día a día en San Antonio de la Cal. El video del presidente municipal, Porfirio Santos Matías, incitando a jóvenes a consumir alcohol, ha sido la gota que derramó el vaso. No hablamos de una simple imprudencia, sino de un acto que atenta directamente contra la salud y el futuro de nuestros jóvenes. Un delito tipificado en el Código Penal Federal y en el Código Penal de Oaxaca, un acto de corrupción de menores que debería ser investigado y sancionado con la severidad que merece. ¿Dónde está la Fiscalía General del Estado? ¿Por qué el silencio del Fiscal José Bernardo Rodríguez Alamilla? La omisión de la justicia estatal es preocupante, y la paciencia de los ciudadanos de San Antonio de la Cal se agota.
Este incidente no es un hecho aislado. La sombra de la sospecha ha perseguido a Santos Matías desde el inicio de su gestión. Acusaciones de clientelismo, reparto de despensas a cambio de votos, opacidad en el manejo de los recursos públicos y represión a la disidencia política forman parte del historial del edil. Ahora, con este nuevo escándalo, la ciudadanía exige su revocación. ¿Cómo puede un servidor público que comete un delito contra la infancia y la adolescencia seguir representando a la comunidad? Ha perdido toda legitimidad, toda calidad moral, política y social.
Ochenta millones de pesos. Esa es la cifra que, según la población, falta en las arcas municipales. Un agujero financiero que se atribuye a la gestión de Santos Matías y a una presunta red de empresas fantasma. No son simples rumores, son acusaciones serias que exigen una investigación exhaustiva y transparente. El pueblo de San Antonio de la Cal merece saber qué ha sucedido con su dinero.
La proximidad de San Antonio de la Cal con la capital oaxaqueña hace que este problema no sea ajeno a Oaxaca de Juárez. Compartimos calles, comercios, familias. Lo que sucede en San Antonio de la Cal nos afecta a todos. La falta de respuesta de las autoridades locales ha obligado a los ciudadanos a alzar la voz y a llevar sus reclamos directamente al Palacio de Gobierno. Exigen justicia, exigen transparencia, exigen un cambio. La asamblea del fin de semana, rota por el hartazgo social, es una muestra clara del rechazo al edil.
¿Hasta cuándo seguirá Santos Matías aferrado al poder? El pueblo ya le cerró las puertas. La presión social es cada vez mayor. La justicia debe actuar, no puede seguir ignorando el clamor popular. El futuro de San Antonio de la Cal está en juego. No podemos permitir que la corrupción y la impunidad se impongan. La ciudadanía está unida, está organizada y está dispuesta a luchar por sus derechos. El tiempo de la indiferencia ha terminado. El tiempo de la justicia ha llegado.
Fuente: El Heraldo de México