
27 de agosto de 2025 a las 22:40
Desvío millonario en Tamaulipas: 7 implicados
La sombra de la corrupción se cierne nuevamente sobre Tamaulipas. Una intrincada red de desvíos millonarios, que asciende a la astronómica cifra de 343,966,000.00 pesos, ha sido destapada en la Secretaría de Salud durante la administración del exgobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca. Las acusaciones son graves: uso ilícito de atribuciones y facultades, y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Un escándalo que promete sacudir los cimientos políticos del estado y que deja una estela de interrogantes que exigen respuestas.
La meticulosa auditoría realizada a decenas de contratos ha desvelado un patrón, no un simple error, que apunta directamente a dos empresas del sector hospitalario: PERMART, representada por Julio César Carmona Angulo, y JOSER, bajo la dirección de Carlos Alejandro Romero Guerra. Ambas compañías se vieron beneficiadas con contratos que superan los 500 millones de pesos, una cantidad que levanta sospechas y que ha puesto en marcha una exhaustiva investigación. ¿Cuál era la verdadera naturaleza de la relación entre estas empresas y la administración de Cabeza de Vaca? ¿Existió una trama preconcebida para desviar fondos públicos hacia estas compañías? Las autoridades competentes tienen la ardua tarea de desentrañar esta maraña de irregularidades y llevar a los responsables ante la justicia.
La lista de implicados en este presunto acto de corrupción incluye nombres de alto perfil. Además del exgobernador, la ex titular de la Secretaría de Salud, Gloria de Jesús Molina Gamboa, figura como una pieza clave en este entramado. También se encuentran bajo la lupa Horacio García Rojas Guerra, Subsecretario de Planeación y Vinculación Social del OPD Servicios de Salud; Alejandro Aguilar Poegner, Subsecretario de Administración y Finanzas del OPD Servicios de Salud; y Román Castillo Airola, Director de Compras del Gobierno del Estado. Todos ellos enfrentan serias acusaciones que podrían tener consecuencias legales de gran envergadura. ¿Qué papel desempeñó cada uno en esta supuesta red de corrupción? ¿Se limitaron a seguir órdenes o fueron actores protagónicos en el desvío de recursos?
Las 70 denuncias presentadas, 14 de ellas penales por daño patrimonial, ante instancias como la Fiscalía Anticorrupción, el Congreso del Estado, la Auditoría Superior del Estado (ASE), la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, son una clara señal de la magnitud del problema. La justicia tiene ahora la palabra. Se espera que las investigaciones avancen con celeridad y transparencia, para que la ciudadanía tamaulipeca pueda conocer la verdad y se depuren las responsabilidades correspondientes. ¿Habrá detenciones en las próximas horas? ¿Los acusados presentarán pruebas que desvirtúen las acusaciones en su contra? El tiempo y la justicia dirán.
Este caso pone de manifiesto, una vez más, la fragilidad del sistema y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y transparencia en la gestión de los recursos públicos. La lucha contra la corrupción debe ser una prioridad ineludible para garantizar un futuro más justo y equitativo para todos los tamaulipecos. La sociedad exige respuestas y espera que este escándalo no quede impune. Seguiremos de cerca el desarrollo de este caso y mantendremos informados a nuestros lectores sobre cualquier novedad que surja en torno a esta compleja situación.
Fuente: El Heraldo de México