
27 de agosto de 2025 a las 21:00
Castigo al asesino del hijo de académicos UdeG
La sombra de la tragedia se cierne sobre la Universidad de Guadalajara. El eco del nombre de Darío Ramírez, hijo de dos estimados académicos de la institución, resuena en los pasillos y aulas, ahora teñido de una tristeza profunda. El joven, cuya vida fue truncada de manera abrupta y violenta, se ha convertido en el símbolo de una lucha por la justicia que apenas comienza. La detención de Juan "N" en el Aeropuerto Internacional de Cancún, proveniente de Colombia, ha abierto un nuevo capítulo en este doloroso proceso. Su captura, tras una presunta huida para evadir la justicia, alimenta la esperanza de que la verdad salga a la luz y se aplique todo el peso de la ley.
La imagen de Juan "N" bajando del avión, escoltado por las autoridades, contrasta con la serenidad de las playas caribeñas. La justicia, con paso firme, ha extendido su largo brazo para alcanzarlo, incluso a miles de kilómetros de distancia del lugar donde presuntamente cometió el crimen. La audiencia de imputación, celebrada el pasado jueves, marcó el inicio del proceso judicial. Sin embargo, la defensa, ejerciendo su derecho, solicitó la ampliación del plazo constitucional, postergando la vinculación a proceso hasta el martes. Esta dilación, si bien forma parte del debido proceso, aumenta la angustia de la familia de Darío, quienes claman por justicia y por el fin de la incertidumbre que los atormenta.
Las paredes del domicilio donde presuntamente ocurrió el trágico incidente guardan aún los ecos de la discusión que precedió al disparo. Según las investigaciones, Darío, Juan "N" y otra persona se encontraban conviviendo cuando una disputa verbal escaló a niveles insospechados. La presencia de un arma de fuego transformó la discusión en una tragedia irreversible. El sonido del disparo resonó en la habitación, apagando la vida de Darío casi al instante. En lugar de buscar ayuda, el presunto agresor y su acompañante optaron por el silencio y la ocultación, un acto que agrava aún más la gravedad del delito.
El cuerpo sin vida de Darío fue encontrado una semana después en el municipio de El Salto, abandonado a su suerte. La imagen desgarradora del joven, inerte y lejos de su hogar, ha conmovido a la comunidad universitaria y a la sociedad en general. La indignación se mezcla con la tristeza, alimentando la exigencia de justicia. Un mes ha transcurrido desde el hallazgo del cuerpo, un mes de dolor, incertidumbre y preguntas sin respuesta. ¿Qué motivó la discusión? ¿Qué llevó al presunto agresor a tomar una decisión tan drástica? Estas interrogantes flotan en el aire, esperando ser respondidas durante el proceso judicial.
La prisión preventiva dictada contra Juan "N" refleja la gravedad del delito y el riesgo de fuga. Permanecerá recluido hasta la siguiente audiencia, mientras la maquinaria de la justicia continúa su labor. El Artículo 213 del Código Penal del Estado Libre y Soberano de Jalisco establece una pena de 12 a 18 años de prisión por homicidio. Sin embargo, si el homicidio se califica, la sanción podría incrementarse a un periodo de entre 20 y 40 años. El juez ha ordenado un periodo de un año para la siguiente audiencia. Un año que se antoja eterno para la familia de Darío, quienes esperan que la justicia se manifieste con toda su fuerza. Un año en el que la sociedad jalisciense estará atenta al desarrollo del proceso, exigiendo que se esclarezcan los hechos y se castigue al responsable. La memoria de Darío Ramírez y el clamor de justicia de su familia permanecerán presentes hasta que se dicte la sentencia definitiva.
Fuente: El Heraldo de México