La angustia se cierne sobre la familia de Cristina Ivett Hernandez Hernandez, de 40 años, quien desapareció sin dejar rastro el pasado lunes 25 de agosto en el municipio de Tultepec, Estado de México. La incertidumbre y la preocupación crecen con cada minuto que pasa, mientras sus seres queridos se aferran a la esperanza de encontrarla sana y salva. La última vez que se la vio fue alrededor de las 6:00 de la tarde en La Antigua Tultepec, tras concluir su jornada laboral. Desde entonces, el silencio se ha convertido en el peor enemigo de su familia.

Su hija, Ally Rodríguez, con el corazón en la mano, ha lanzado un desesperado llamado a través de las redes sociales, implorando la ayuda de la comunidad. "Por favor, si alguien la ha visto o tiene información, comuníquense de inmediato. Cualquier dato, por pequeño que parezca, puede ayudar mucho. Agradezco de corazón que compartan esta publicación", se lee en su conmovedor mensaje en Facebook. La imagen de Cristina, una mujer de complexión robusta, 1.64 metros de altura, cabello castaño claro a media espalda, cara ovalada, nariz chata, orejas medianas, mentón ovalado y labios delgados, se ha difundido por todos los rincones del municipio y más allá, con la esperanza de que alguien la reconozca.

Los detalles, por mínimos que parezcan, cobran una importancia vital en estos momentos de angustia: un lunar discreto bajo su labio derecho, un girasol tatuado en su tobillo izquierdo, un arreglo floral en su espalda alta, una cruz con el nombre "Jared" en su brazo izquierdo y la tierna imagen de un niño en su pierna derecha. Estos tatuajes, que forman parte de su historia personal, se convierten ahora en señas de identidad que podrían ser la clave para su localización.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ha emitido un boletín de búsqueda con la descripción detallada de Cristina, incluyendo la ropa que vestía el día de su desaparición: botas cafés, pantalón de mezclilla azul oscuro, playera negra y un chaleco del mismo color. Una imagen que contrasta con la vivacidad que, según sus allegados, caracteriza a Cristina.

La FGJEM ha puesto a disposición de la ciudadanía una serie de teléfonos y contactos para que cualquier persona que tenga información sobre su paradero pueda aportarla de manera anónima. La colaboración ciudadana es fundamental en estos casos, y cada pista, por insignificante que parezca, puede ser la pieza que falte para resolver el rompecabezas de su desaparición.

La espera se hace eterna para la familia de Cristina. Cada día que pasa aumenta la incertidumbre, pero también la esperanza de que una llamada, un mensaje, una pista, pueda traerla de vuelta a casa. La solidaridad de la comunidad se convierte en un bálsamo en medio del dolor y la angustia, mientras la búsqueda continúa sin descanso. La pregunta que resuena en la mente de todos es: ¿dónde está Cristina Ivett Hernandez Hernandez?