
27 de agosto de 2025 a las 08:55
Alerta: Niños en Riesgo
La alfabetización, piedra angular de la educación y, por ende, del progreso social, se encuentra en una situación preocupante en México. Imaginen un país con un futuro brillante, lleno de oportunidades para todos. Ahora imaginen que uno de cada tres niños, al llegar a tercero de primaria, no comprende lo que lee. Esa es la realidad que nos golpea y que pone en riesgo el desarrollo no solo individual de estos menores, sino del país entero. El dato, revelado en el Encuentro Regional por la Alfabetización en Argentina, es una llamada de atención urgente que nos obliga a reflexionar sobre el sistema educativo y el papel que jugamos todos en su fortalecimiento.
23.9 millones de estudiantes en educación básica en México, un país de 135 millones de habitantes, luchan día a día por un futuro mejor. Pero para un tercio de los niños en tercer grado, ese futuro se vislumbra borroso, empañado por la incapacidad de comprender lo que leen. Esto no solo dificulta su aprendizaje en otras materias, sino que crea una brecha que puede, en muchos casos, ser insalvable, impidiéndoles acceder a la educación superior y, en consecuencia, a mejores oportunidades laborales y una mejor calidad de vida. La pobreza, que afecta a un 36% de la población, agrava aún más esta problemática, creando un círculo vicioso del que es difícil escapar.
Aunque se hable de altos índices de alfabetización, la realidad es que muchos niños aprenden de forma mecánica, sin una comprensión profunda de lo que leen. Esto no es alfabetización real, sino una simulación que tarde o temprano mostrará sus deficiencias. Paloma Infestas, gerente titular de Educación de Fundación Coppel, lo describe como una "problemática gigante" que compite con otras urgencias del país, pero que, de no ser atendida, se convertirá en una "bola de nieve" de consecuencias negativas. La exclusión social y la limitación del derecho a la educación son solo la punta del iceberg.
Imaginen a un joven llegando a la secundaria, incluso a la preparatoria, sin las competencias básicas de lectoescritura y pensamiento matemático. ¿Cómo podrá competir en un mundo cada vez más exigente? ¿Cómo podrá acceder a estudios universitarios y desarrollar todo su potencial? La respuesta es desoladora: sus posibilidades se reducen drásticamente, condenándolo a un futuro precario y limitando su contribución al desarrollo del país.
La movilidad social, ese anhelo de una vida mejor para las familias, se sustenta en gran medida en la educación. No se trata solo de mejores ingresos económicos, sino de un crecimiento integral: social, cultural y de conocimientos. La educación es la llave que abre las puertas a un futuro más próspero y equitativo. Por eso, es fundamental que todos, autoridades, padres de familia, sociedad en general, nos comprometamos con la alfabetización real y efectiva de nuestros niños.
Los padres, como primeros educadores, tienen un rol fundamental en este proceso. Sin embargo, muchos de ellos, víctimas de la misma exclusión social, carecen de las herramientas necesarias para apoyar a sus hijos. Por eso, es crucial integrarlos a programas de apoyo y capacitación, promoviendo la corresponsabilidad en la educación. El trabajo conjunto entre padres, docentes y la comunidad es esencial para construir un futuro en el que todos los niños tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. No podemos permitir que la falta de comprensión lectora les robe sus sueños y limite el progreso de México. La alfabetización es una inversión en el futuro, una inversión que todos debemos hacer.
Fuente: El Heraldo de México