Prepárense, capitalinos y mexiquenses, porque el miércoles 27 de agosto se avecina un día gris y lluvioso. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido un pronóstico que anticipa lluvias fuertes a muy fuertes, con acumulaciones estimadas entre 50 y 75 mm en tan solo 24 horas. Imaginen la fuerza del agua cayendo con esa intensidad… No es momento para sandalias ni sombrillas ligeras, ¡preparen las botas de lluvia y los impermeables!

El día comenzará con un ambiente fresco, casi frío en las zonas altas de la Sierra del Ajusco y Chichinautzin, donde además se formarán densos bancos de niebla, creando una atmósfera casi mística. Aquellos madrugadores que se aventuren a salir, podrían encontrarse con alguna llovizna aislada, un preludio de lo que se avecina. No se confíen con este aparente respiro, porque a medida que avance el día, el calor aumentará gradualmente, aunque no superará los 24 grados. Será una especie de tregua engañosa, porque la tarde traerá consigo el verdadero protagonista del día: la lluvia intensa.

El SMN advierte que las precipitaciones más fuertes se esperan en las últimas horas de la tarde y durante la noche. Y no solo se tratará de agua: las tormentas vendrán acompañadas de descargas eléctricas, un espectáculo de luz y sonido que, si bien es impresionante, también conlleva riesgos. La posibilidad de granizo añade otro elemento de preocupación, ya que puede causar daños a vehículos y viviendas. Manténganse informados a través de los canales oficiales y tomen precauciones al conducir.

Pero, ¿a qué se debe este diluvio? La explicación reside en la confluencia de varios factores meteorológicos: un canal de baja presión, la inestabilidad atmosférica y la entrada de humedad proveniente del Océano Pacífico. Esta combinación crea las condiciones perfectas para la formación de tormentas intensas, especialmente en la Ciudad de México y el Estado de México.

La intensidad de las lluvias pronosticadas no solo representa una molestia para quienes tengan que salir a la calle, sino que también implica un riesgo real de inundaciones. Los ríos y arroyos podrían desbordarse, afectando a las zonas bajas y provocando caos en el tráfico. Es fundamental evitar las zonas propensas a inundaciones y mantenerse alejado de los cauces de agua.

Ante este panorama, la recomendación es clara: precaución. Revisen las condiciones de sus vehículos, eviten salir de casa si no es necesario, y si deben hacerlo, tomen las medidas necesarias para protegerse de la lluvia y las tormentas eléctricas. Manténganse informados a través de las autoridades y medios de comunicación. ¡La seguridad es lo primero! Y recuerden, después de la tormenta, siempre llega la calma. Esperemos que este episodio de lluvias traiga consigo un aire fresco y renovado a nuestra ciudad.