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26 de agosto de 2025 a las 22:40
México y la paz: Cuevas sobre Trump vs Maduro
México, históricamente un puente para el diálogo y la paz, se encuentra una vez más en la delicada posición de abogar por la serenidad ante la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. La postura de nuestro país, como lo ha reiterado Gabriela Cuevas, presidenta honoraria de la Unión Interparlamentaria, es clara: la búsqueda de una solución pacífica es el único camino viable ante el conflicto que protagonizan Donald Trump y Nicolás Maduro.
No es casualidad que México asuma este rol. Nuestra tradición diplomática, cimentada en el respeto a la soberanía nacional y la autodeterminación de los pueblos, nos ha colocado en repetidas ocasiones como mediadores en disputas internacionales. En esta coyuntura, la experiencia y la prudencia mexicana son más necesarias que nunca.
La agresiva retórica del gobierno de Donald Trump, que ha llegado al extremo de ofrecer una recompensa de 50 millones de dólares por la captura de Nicolás Maduro, acusándolo de narcoterrorismo, enciende las alarmas de la comunidad internacional. Esta medida, lejos de contribuir a la estabilidad regional, alimenta la confrontación y pone en riesgo la paz en la zona.
El despliegue de destructores de guerra estadounidenses cerca de las costas venezolanas no hace más que aumentar la tensión. Ante esta demostración de fuerza, la respuesta de Nicolás Maduro ha sido, cuanto menos, errática. Desde la inicial convocatoria a las milicias, pasando por llamados al diálogo, hasta las recientes acusaciones contra Colombia, señalando a este país como el principal productor de drogas en la región, la estrategia del mandatario venezolano parece carecer de una dirección clara.
Este cambio de postura constante genera incertidumbre y dificulta aún más la búsqueda de una solución negociada. Mientras tanto, la población venezolana, que ya sufre las consecuencias de una profunda crisis económica y social, se ve atrapada en medio de un juego geopolítico que amenaza con desestabilizar aún más la región.
La comunidad internacional debe unirse en un llamado a la calma y la sensatez. La vía del diálogo, por más compleja que parezca, es la única que puede evitar un desenlace trágico. México, con su larga tradición diplomática y su compromiso con la paz, está llamado a jugar un papel fundamental en la búsqueda de una solución pacífica a esta crisis.
Es crucial que se establezcan canales de comunicación efectivos entre las partes involucradas, que permitan abordar las diferencias de manera constructiva y encontrar puntos de encuentro. La mediación de organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, puede ser clave para facilitar este proceso.
El futuro de Venezuela y la estabilidad de la región están en juego. Es momento de dejar de lado las retóricas beligerantes y apostar por la diplomacia y el diálogo. La paz, aunque a veces parezca un objetivo lejano, es el único camino que puede conducir a un futuro mejor para todos. Y México, con su voz serena y su firme compromiso con la resolución pacífica de los conflictos, está listo para contribuir a construir ese futuro.
Fuente: El Heraldo de México