La danza, un lenguaje universal que trasciende las palabras, se convierte en el vehículo perfecto para expresar las emociones más profundas. Esteban Hernández, el aclamado bailarín principal del San Francisco Ballet, nos concede una mirada íntima a su mundo artístico, a su inquebrantable vínculo con México y al significado especial que Despertares, el esperado encuentro dancístico, tiene en su corazón.

A sus 31 años, Esteban ha alcanzado la cima del ballet internacional, pero su perspectiva se mantiene fresca y humilde. Reconoce que el camino del artista está lleno de altibajos, de días en los que la magia fluye sin esfuerzo y otros en los que la lucha interna se intensifica. "No se trata de definir en qué punto me encuentro", reflexiona, "sino de abrazar cada día como una nueva oportunidad para aprender y crecer. La experiencia acumulada a través de cada interpretación se convierte en el cimiento para seguir construyendo, para aspirar a ser mejor, aunque sea solo hasta mañana."

Despertares, en su undécima edición, se presenta como un escenario privilegiado para el reencuentro familiar y artístico. La posibilidad de compartir el escenario con su hermano Isaac es, para Esteban, un regalo invaluable. La danza se transforma en un diálogo silencioso, una conexión profunda que va más allá de las palabras. "Bailar juntos", confiesa, "es una manera de recordar, de comunicarnos todo lo que ha sucedido desde la última vez que compartimos este espacio sagrado."

Este año, el Auditorio Nacional vibrará con la energía de Esteban en el Pas de Trois de El Corsario y en un cautivador solo de Five Tangos, de Hans van Manen, una pieza que lo retó y conmovió en la pasada temporada en San Francisco. Pero la emoción se multiplica al saber que compartirá escenario con la talentosa bailarina mexicana Ivana Bueno y su querido amigo y colega Francesco Gabriele Frola. “Con Francesco nos conocemos desde los 14 años, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de bailar juntos hasta ahora", comparte con una sonrisa palpable en su voz. "Y a Ivana la recuerdo desde que tenía ocho años, su talento y carisma en el Youth America Grand Prix me dejaron impresionado. Admirar su desarrollo artístico a lo largo de los años ha sido un privilegio, y ahora, verla brillar en el English National Ballet es un motivo de orgullo."

Para Esteban, bailar en México es mucho más que una presentación; es un regreso a sus raíces, una conexión con el público que lo ha visto crecer y que lo recibe con un cariño incondicional. “El calor de nuestra gente es algo que se siente en lo más profundo”, afirma conmovido. “Compartir una noche con ellos es un honor y una experiencia que atesoro en el corazón.”

La gratitud es un sentimiento que permea cada palabra de Esteban. Agradece a su hermano Isaac, la fuerza impulsora detrás de Despertares, a su hermana Emilia y a todo el equipo que trabaja incansablemente para hacer posible este espectáculo. Reconoce que es un esfuerzo conjunto, una sinergia de talentos y voluntades que se unen para crear una experiencia mágica e inolvidable. La cita es el 30 de agosto en el Auditorio Nacional, una noche para celebrar la danza, la pasión y el talento excepcional de Esteban Hernández, un artista que con cada movimiento nos recuerda el poder transformador del arte.