El primer año de la LXVI Legislatura ha sido un torbellino de actividad legislativa, un testimonio del compromiso inquebrantable de la Cuarta Transformación con el bienestar del pueblo mexicano. Las cifras hablan por sí solas: 18 reformas constitucionales y 57 reformas legales, números que reflejan la intensidad y productividad del trabajo realizado por las y los diputados. Más allá de la cantidad, es la calidad de estas reformas lo que verdaderamente importa. Hablemos, por ejemplo, del reconocimiento histórico de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho, un paso fundamental hacia una sociedad más justa e inclusiva. O de las reformas en materia de igualdad sustantiva y perspectiva de género, instrumentos cruciales en la lucha contra la violencia y la discriminación que enfrentan las mujeres. Estas no son simples modificaciones legales, son cambios que transforman vidas, que empoderan a los sectores históricamente marginados y que construyen un México más equitativo.

El impacto de estas políticas públicas inteligentes es palpable, tangible. La encuesta del INEGI sobre pobreza multidimensional nos muestra avances significativos, mientras que los altos niveles de aceptación de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el movimiento que encabeza confirman el respaldo popular a la Cuarta Transformación. Este apoyo no es gratuito, se gana con trabajo, con resultados, con un compromiso genuino con el pueblo.

Pero la labor no termina aquí. En Puebla, dimos inicio a las reuniones plenarias que definirán la agenda legislativa para el segundo año de ejercicio. Se avecinan al menos 30 reformas relacionadas con las ya aprobadas, un ambicioso programa que busca profundizar los cambios iniciados. Además, intensificaremos el trabajo en territorio, acercándonos a la ciudadanía, escuchando sus inquietudes y recogiendo sus propuestas para fortalecer las políticas sociales del gobierno federal. Creemos en la participación ciudadana, en la construcción colectiva de un mejor futuro para México.

En lo personal, durante el periodo anterior impulsé reformas para reconocer el valor cultural y económico de dos emblemas de Puebla: los chiles en nogada y la talavera. Estas iniciativas, ya avaladas en comisiones, están a un paso de ser aprobadas por el pleno. Se trata de un reconocimiento a la riqueza cultural y artesanal de nuestro estado, un impulso a la economía local y un homenaje a las manos que preservan estas tradiciones.

Mirando hacia adelante, el compromiso con Puebla se mantiene firme. Seguiremos acompañando las iniciativas que impacten positivamente en la calidad de vida de las y los poblanos, impulsando el desarrollo económico del estado y trabajando incansablemente para construir un futuro próspero y equitativo para todos. La transformación no es un evento, es un proceso continuo, y en la LXVI Legislatura estamos comprometidos a seguir avanzando en este camino, con el pueblo y para el pueblo. El trabajo legislativo no se limita a las paredes del Congreso, se extiende a cada rincón del país, a cada comunidad, a cada familia. Seguiremos trabajando con la misma intensidad y compromiso, convencidos de que juntos podemos construir un México mejor.