Querétaro se viste de luto una vez más. La esperanza se desvaneció con la confirmación del fallecimiento de Matías Gómez Rodríguez, el joven de 19 años cuya desaparición tras la noche del viernes mantenía en vilo a la comunidad queretana. La alegría de una salida nocturna se transformó en tragedia, marcando un fin de semana devastador para la capital del estado. Matías, quien fue visto por última vez al salir del bar Viva México con dirección a Doris, se convirtió en la tercera víctima mortal de las inclemencias del tiempo, sumándose a la dolorosa lista que encabezan las dos mujeres arrastradas por la corriente en la zona de Peñuelas.

El gobernador Mauricio Kuri González, con la voz teñida de pesar, expresó sus condolencias a la familia de Matías: "Todo el apoyo que podamos brindar… No puedo imaginar el dolor que están atravesando". Palabras que, si bien intentan brindar consuelo, se quedan cortas ante la magnitud de la pérdida. Un joven con toda una vida por delante, sueños truncados por la furia de la naturaleza. Una familia destrozada, buscando respuestas en medio del desconsuelo.

Las autoridades, si bien confirmaron el hallazgo del cuerpo de Matías, aún mantienen reserva sobre las circunstancias exactas de su muerte y el lugar donde fue encontrado. La incertidumbre se suma al dolor, alimentando la angustia de una comunidad que se pregunta cómo pudo suceder una tragedia de tal magnitud. ¿Fallaron los protocolos de seguridad? ¿Se subestimó la fuerza del temporal? Preguntas que exigen respuestas y que, sin duda, serán objeto de un minucioso análisis en los próximos días.

La tragedia de Peñuelas, donde dos mujeres perdieron la vida al ser arrastradas por la corriente, sigue presente en la memoria colectiva. La imagen del dren rebasado, desbordándose con furia incontenible sobre las colonias Villas de Santiago y Peñuelas, es un crudo recordatorio de la vulnerabilidad ante la fuerza de la naturaleza. Un llamado a la reflexión sobre la importancia de la prevención y la necesidad de fortalecer las infraestructuras para evitar futuras desgracias.

Mientras las familias lloran a sus seres queridos, las autoridades estatales y municipales se movilizan para atender la emergencia. Operativos de vigilancia en las zonas de mayor riesgo, colocación de costaleras, acciones que buscan mitigar los efectos de las lluvias que se prevén para los próximos días. Una carrera contra el tiempo para evitar que la tragedia se repita, para proteger a la población y brindar la seguridad que hoy se reclama con urgencia.

La solidaridad se palpa en el aire. Vecinos ayudando a vecinos, organizaciones civiles recolectando víveres, un espíritu de comunidad que se fortalece en la adversidad. Querétaro se une en el dolor, pero también en la esperanza de un futuro donde la prevención y la responsabilidad permitan evitar que tragedias como estas vuelvan a oscurecer el horizonte. La memoria de Matías, de las dos mujeres de Peñuelas, debe servir como un llamado a la acción, un recordatorio de que la vida es frágil y que la protección de la ciudadanía es una tarea que exige el compromiso de todos.