La tarde del 24 de agosto, el corazón de Parque Delta, en la vibrante colonia Narvarte, se vio repentinamente envuelto en una tensa calma. Un flamazo, originado por la acumulación de gas en la panadería del supermercado Soriana, desató la inmediata movilización de los cuerpos de emergencia. La imagen, casi cinematográfica, de una densa columna de humo ascendiendo rápidamente por el interior del centro comercial, contrastaba con la serenidad de una tarde de compras cualquiera. La alerta, dada por los propios empleados del establecimiento alrededor de las 14:30 horas, activó todos los protocolos de seguridad.

La respuesta fue inmediata. Sirenas resonando entre las calles aledañas anunciaban la llegada de Protección Civil y del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México. Con la precisión de un reloj suizo, se inició el protocolo de evacuación. Rostros sorprendidos, algunos con un toque de inquietud, fluían hacia las salidas del centro comercial, guiados por personal de seguridad. La prioridad, clara e inquebrantable: salvaguardar la integridad de cada persona presente.

Las redes sociales, convertidas en un hervidero de información instantánea, amplificaban la noticia. El alcalde de Benito Juárez, Luis Mendoza, a través de su cuenta oficial, confirmaba la situación y tranquilizaba a la ciudadanía: "Personal de Protección Civil 360, Blindar BJ 360 y Bomberos atendieron la emergencia… Se tomarán las medidas pertinentes tras la inspección del lugar". Un mensaje breve, pero contundente, que transmitía control y transparencia en medio de la contingencia.

Afortunadamente, y gracias a la rápida actuación de los servicios de emergencia, el incidente no dejó lesionados. El Heroico Cuerpo de Bomberos, a través de su cuenta en X (antes Twitter), precisó el origen del flamazo: aceite de una freidora en el área de panadería. Una chispa, un descuido, y la rápida propagación del fuego, afortunadamente contenida a tiempo.

La imagen del Soriana de Parque Delta, con sus puertas cerradas tras el incidente, transmitía una sensación inusual. Un recordatorio de la importancia de la prevención y la constante revisión de las medidas de seguridad en espacios públicos. Las autoridades, comprometidas con la seguridad de los ciudadanos, anunciaron exhaustivas supervisiones para garantizar que un incidente similar no vuelva a ocurrir.

Este suceso, que pudo haber tenido consecuencias mucho mayores, nos invita a reflexionar sobre la importancia de la prevención y la preparación ante situaciones de emergencia. Desde la capacitación del personal en el manejo de extintores, hasta la revisión periódica de las instalaciones de gas, cada detalle cuenta. La seguridad, al final del día, es una responsabilidad compartida. Un compromiso que nos involucra a todos: autoridades, empresarios y ciudadanos.