La noche del concierto de Los Pericos en el Teatro Metropólitan quedará grabada en la memoria de los asistentes como una auténtica fiesta de reggae y ska con sabor a México. Desde el grito de "Viva México" de Juanchi Baleirón que encendió la mecha de la euforia colectiva, hasta el emotivo cierre, la banda argentina demostró una vez más su profundo cariño por el país y su gente.

No se trató simplemente de un concierto, sino de una celebración de la música y la hermandad entre culturas. La interpretación de "Tatuajes" en una versión reggae, extraída de su álbum "Viva Pericos!", fue un gesto de complicidad con el público mexicano, una muestra de respeto y admiración por la música popular del país. Juanchi, con la bandera mexicana en alto, consolidó esa conexión, generando una ovación que resonó en cada rincón del teatro. Su voz, cargada de emoción, pronunció un "Gracias, México, siempre" que resonaba a verdad, a un sentimiento genuino y profundo.

El recorrido musical abarcó desde los himnos generacionales como "Runaway" y "Pupilas Lejanas", que hicieron vibrar al público con la nostalgia de los 90, hasta "Soledad", su más reciente sencillo, un adelanto de lo que promete ser un nuevo álbum lleno de la energía característica de la banda. La mezcla de clásicos y novedades mantuvo la atmósfera en un punto álgido, demostrando la vigencia y versatilidad de Los Pericos a lo largo de casi cuatro décadas de trayectoria.

La lluvia torrencial que azotó la ciudad horas antes del concierto pareció quedar en el olvido con las primeras notas de "Lindo día". Juanchi, con su carisma habitual, bromeó sobre el clima, transformando la adversidad en un motivo de celebración. "Lindo día para estar en México", afirmó, y la frase se convirtió en el lema de una noche mágica. El Teatro Metropólitan, con su belleza arquitectónica y la calidez de su gente, se convirtió en el escenario perfecto para esta comunión musical.

Más de 20 canciones, dos horas de puro ritmo y energía, mantuvieron al público en un estado de euforia constante. La versión reggae de "Trátame suavemente", acompañada por la imagen de Carlos Vives en las pantallas, fue otro de los momentos cumbre de la noche. La participación virtual de Carla Morrison en "Anónimos" añadió un toque de emotividad y belleza a la velada.

La constante interacción de Juanchi con el público, sus palabras de agradecimiento y cariño, reforzaron el vínculo especial que Los Pericos han construido con México a lo largo de su carrera. No se trató solo de un concierto, sino de un reencuentro entre amigos, una celebración de la música y la vida. "Estamos muy contentos de volver a México a este hermoso teatro, estamos felices", confesó el vocalista, y sus palabras resonaron con la sinceridad de un artista que se siente en casa. La noche del concierto en el Metropólitan fue una muestra palpable de la conexión profunda entre Los Pericos y México, una historia de amor musical que continúa escribiéndose con cada nota, con cada canción, con cada encuentro.