El escándalo que rodea a Gustavo Adolfo Infante continúa generando olas en el mundo del espectáculo. Las declaraciones de Mayela Laguna sobre un supuesto romance con el periodista, mientras este se encontraba casado, han puesto en tela de juicio la imagen pública del conductor de "De Primera Mano". Si bien Infante no ha negado ni confirmado directamente las acusaciones, la resurrección de una entrevista del año pasado, en la que relata con lujo de detalles el inicio de su relación con su esposa, Verónica Marisol Cuevas Martínez, añade una nueva capa de complejidad a la historia.

La narrativa romántica que Infante construyó en aquella entrevista, con motivo de su 24 aniversario de bodas, ahora se ve teñida de una sombra de duda. El relato, que en su momento parecía un testimonio conmovedor de amor a primera vista, ahora se analiza con lupa, buscando posibles incongruencias o pistas que puedan arrojar luz sobre la verdad detrás de las acusaciones. La imagen del joven Gustavo Adolfo, organizando una fiesta en Polanco y quedando prendado de la belleza de Verónica, contrasta fuertemente con la figura del hombre maduro envuelto en un escándalo de infidelidad.

El detalle de la "comida en Polanco", el amigo en común, Roberto, la descripción física que este hizo de Infante a Verónica ("guapísimo, 1.80, ojos azules y barba partida"), todos estos elementos que antes parecían pinceladas románticas, ahora se perciben como piezas de un rompecabezas que la audiencia intenta armar para comprender la situación actual. ¿Era Infante realmente el romántico empedernido que describía en la entrevista? ¿O se trataba de una fachada cuidadosamente construida?

La persistencia de Infante para conseguir el número de Verónica, incluso sabiendo que tenía novia, es otro elemento que se reinterpreta a la luz de las recientes acusaciones. Lo que antes se podía interpretar como una muestra de determinación y enamoramiento, ahora podría leerse como una señal de un patrón de comportamiento. ¿Es esta la forma en que Infante suele actuar cuando se siente atraído por alguien? ¿Repite este patrón, incluso estando casado?

La entrevista del año pasado, lejos de aplacar la polémica, parece haberla avivado. La frase "No puedes dejar escapar el amor (…). Es el amor de mi vida", pronunciada con convicción por Infante, resuena ahora con un tono irónico para muchos. ¿A qué amor se refería realmente el periodista? ¿Al amor por su esposa, o a la emoción de una nueva conquista?

El silencio de Verónica Marisol Cuevas Martínez ante la controversia añade otra capa de intriga. ¿Qué piensa ella de las declaraciones de Mayela Laguna? ¿Cómo afecta esta situación a su matrimonio de 25 años? La opinión pública espera con ansias una respuesta, una declaración, cualquier indicio que permita comprender la postura de la esposa del periodista. Mientras tanto, la historia continúa desarrollándose, dejando tras de sí un rastro de interrogantes y especulaciones. El futuro de Gustavo Adolfo Infante, tanto profesional como personal, parece pender de un hilo, mientras el público espera con impaciencia el próximo capítulo de esta telenovela de la vida real.