
24 de agosto de 2025 a las 01:25
Gatos, como personas, sufren demencia: Nuevo estudio
La demencia, un espectro que ensombrece la lucidez mental, no discrimina entre especies. Un reciente estudio de la Universidad de Edimburgo ha arrojado luz sobre la sorprendente similitud entre la demencia felina y el Alzheimer en humanos, abriendo una ventana de esperanza para el tratamiento de ambas. Al analizar los cerebros de gatos fallecidos, los investigadores descubrieron la acumulación de la proteína beta amiloide, la misma responsable de las placas cerebrales características del Alzheimer, en las conexiones neuronales de los felinos que mostraban signos de demencia. Este hallazgo, publicado en la Revista Europea de Neurociencia, no solo confirma la existencia de una forma de demencia en gatos similar a la humana, sino que también ofrece una valiosa oportunidad para la investigación.
Imaginen la angustia de un dueño al observar cómo su compañero felino, otrora ágil y perspicaz, comienza a mostrar signos de confusión, maullidos excesivos y alteraciones del sueño. Estos síntomas, tan familiares para quienes han convivido con el Alzheimer, son un reflejo del deterioro cognitivo que experimenta el gato. La investigación revela que, al igual que en los humanos, las células de soporte del cerebro (astrocitos y microglía) intentan "limpiar" las sinapsis afectadas por la proteína beta amiloide en un proceso denominado "poda sináptica". Sin embargo, este mecanismo de defensa no es suficiente para detener el avance de la enfermedad.
La importancia de este estudio radica en la posibilidad de utilizar a los gatos como un modelo natural para la investigación del Alzheimer. A diferencia de los modelos de roedores modificados genéticamente, que no desarrollan la enfermedad de forma natural, los gatos ofrecen una representación más precisa de la compleja interacción de factores genéticos y ambientales que contribuyen al desarrollo de la demencia. Esto significa que los hallazgos en gatos podrían traducirse de manera más efectiva en tratamientos para humanos.
El Dr. Robert McGeachan, director del estudio, destaca la importancia de comprender las similitudes entre la demencia felina y el Alzheimer para explorar nuevas vías terapéuticas. "Esto abre la puerta a explorar si nuevos tratamientos prometedores para la enfermedad de Alzheimer en humanos también podrían ayudar a nuestras mascotas mayores", afirma. La posibilidad de un tratamiento efectivo no solo aliviaría el sufrimiento de los gatos afectados, sino que también brindaría consuelo a sus dueños, quienes a menudo se sienten impotentes ante el declive cognitivo de sus compañeros.
La Dra. Danielle Gunn-Moore, experta en medicina felina, subraya el impacto emocional de la demencia en los gatos y sus dueños. "La demencia en gatos es algo muy angustiante tanto para el animal como para su dueño", señala, y resalta la importancia de la investigación para encontrar la mejor forma de tratar esta enfermedad. La disfunción cognitiva, como también se conoce a la demencia felina, afecta la memoria, el pensamiento crítico, el comportamiento y el razonamiento del animal, impactando significativamente su calidad de vida.
El diagnóstico de demencia felina puede ser complejo, ya que los síntomas pueden confundirse con otras afecciones como el hipertiroidismo, la hipertensión y la enfermedad renal crónica. Por ello, es crucial que los veterinarios realicen un examen exhaustivo para descartar otras posibles causas del cambio de comportamiento. Si bien la demencia es una enfermedad difícil de diagnosticar, la investigación avanza hacia el desarrollo de herramientas diagnósticas más precisas.
El estudio de la Universidad de Edimburgo representa un paso significativo en la lucha contra la demencia, tanto en animales como en humanos. La posibilidad de utilizar a los gatos como un modelo natural para la investigación del Alzheimer abre un nuevo capítulo en la búsqueda de tratamientos efectivos. Esta investigación, impulsada por la compasión y la curiosidad científica, nos acerca a un futuro donde la demencia, esa sombra que amenaza la claridad mental, pueda ser disipada por la luz del conocimiento.
Fuente: El Heraldo de México