
22 de agosto de 2025 a las 18:05
Sheinbaum niega apoyo inédito de la DEA contra cárteles
La reciente declaración del Director de la DEA, Terry Cole, sobre una "disposición sin precedentes" por parte de México en la lucha contra el narcotráfico ha generado una ola de controversia y desmentidos por parte del gobierno mexicano, encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum. Este choque de narrativas pone de manifiesto la compleja y a menudo tensa relación entre ambos países en materia de seguridad, y plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza de la cooperación bilateral en este ámbito.
Mientras Cole elogia los avances en la colaboración, Sheinbaum niega rotundamente cualquier tipo de colaboración estrecha con la agencia estadounidense. Un simple gesto de negación con la cabeza, capturado por las cámaras durante una conferencia de prensa matutina, habla volúmenes sobre la postura del gobierno mexicano. La imagen, ampliamente difundida en redes sociales bajo la etiqueta #LaMañaneraDelPueblo, contrasta fuertemente con la narrativa optimista presentada por la DEA.
La discrepancia se centra en el "Proyecto Portero", una iniciativa de la DEA que, según su comunicado oficial, busca desmantelar las redes de tráfico de drogas sintéticas que inundan Estados Unidos. La agencia describe este proyecto como la punta de lanza de sus esfuerzos, enfocado en descabezar las operaciones de los cárteles al atacar a los "guardianes" que controlan el flujo de drogas, armas y dinero a través de la frontera. La DEA argumenta que estos "guardianes" son el eslabón clave en la cadena de suministro del narcotráfico, y que al neutralizarlos se puede asestar un golpe significativo a las organizaciones criminales.
Sin embargo, la Presidenta Sheinbaum rechaza categóricamente la existencia de una colaboración activa en el marco de este proyecto. Su declaración, breve pero contundente, "Ya no voy a entrar en debate, hay lo que hay, no hay más", deja entrever una clara molestia ante las afirmaciones de la DEA. Insiste en que cualquier agente de agencias extranjeras, incluida la DEA, debe operar bajo la estricta supervisión de la Secretaría de Relaciones Exteriores y en pleno cumplimiento de la Ley de Seguridad Nacional. Además, aclara que cualquier intercambio de información se realiza de manera limitada y dentro del marco legal establecido.
Este desencuentro público plantea serias dudas sobre la eficacia de la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico. Si bien la DEA destaca la supuesta "disposición sin precedentes" de México, la realidad percibida desde el gobierno mexicano parece ser muy diferente. La negativa de Sheinbaum a entrar en debate sugiere una profunda desconfianza hacia la narrativa estadounidense y una posible reticencia a reconocer públicamente cualquier tipo de colaboración que pueda ser interpretada como una intromisión en la soberanía nacional.
La situación se complica aún más por la creciente preocupación en México por la violencia generada por los cárteles y la percepción de que la estrategia de seguridad implementada por Estados Unidos no está dando los resultados esperados. En este contexto, la insistencia de la DEA en destacar una colaboración que el gobierno mexicano niega abiertamente podría interpretarse como un intento de desviar la atención de sus propias fallas y responsabilidades.
En definitiva, el cruce de declaraciones entre la DEA y el gobierno mexicano evidencia la necesidad de una mayor transparencia y comunicación en la relación bilateral. Solo a través del diálogo franco y la construcción de una verdadera confianza mutua se podrá avanzar en la lucha contra el narcotráfico, un problema que afecta a ambos países y requiere de una estrategia conjunta y coordinada. La opacidad y la falta de consenso solo benefician a las organizaciones criminales y perpetúan el ciclo de violencia que azota la región.
Fuente: El Heraldo de México