
22 de agosto de 2025 a las 04:10
GIASA cumple: Contrato exitoso
La controversia entre GIASA Construcciones y Millfoods Company ha sacudido al sector industrial, dejando al descubierto una compleja trama de acusaciones y contraacusaciones. Mientras Millfoods, la agroindustrial hondureña, apunta a GIASA por supuesto incumplimiento en la construcción de su planta en Salamanca, Guanajuato, la constructora mexicana no solo rechaza categóricamente estas afirmaciones, sino que contraataca, destapando un supuesto impago millonario por parte de la empresa hondureña.
Lejos de ser un simple desacuerdo comercial, este conflicto amenaza con escalar a un nivel legal y social, con consecuencias que podrían resonar más allá de las dos empresas involucradas. GIASA no se limita a negar las acusaciones, sino que presenta una narrativa completamente opuesta: afirma haber cumplido con creces sus obligaciones, entregando una planta industrial de alta calidad, mientras que Millfoods, según su versión, incumplió sus compromisos de pago, generando una deuda que ahora intenta evadir a través de "declaraciones dolosas" y manipulación de la opinión pública.
La cronología de los hechos, tal como la presenta GIASA, revela un escenario preocupante. Desde noviembre de 2023 hasta abril de 2025, la constructora mexicana llevó a cabo los trabajos de construcción, reportando mensualmente los avances a Millfoods y financiando la obra a 120 días, con facturas que comprobaban cada gasto. Sin embargo, la aparente armonía se quebró en agosto de 2024, cuando Millfoods presuntamente comenzó a incurrir en impagos. Ante la insistencia de GIASA por el cumplimiento de los acuerdos, la respuesta de Millfoods, según la versión de la constructora mexicana, fue la rescisión unilateral del contrato en octubre de 2024, alegando incumplimientos que, a día de hoy, no ha podido demostrar.
Lo más sorprendente, quizás, es la afirmación de GIASA de que, a pesar del impago y la rescisión del contrato por parte de Millfoods, los trabajos de construcción continuaron hasta abril de 2025, bajo acuerdos con directivos de la empresa hondureña. El resultado, según GIASA, es una planta procesadora de maíz que no solo cumple con los más altos estándares de calidad, sino que además se encuentra operando desde marzo de 2025, generando ganancias para Millfoods. Esta aparente contradicción – una planta en funcionamiento y generando beneficios, mientras se acusa a la constructora de incumplimiento – añade aún más complejidad a la situación.
La pregunta que surge inevitablemente es: ¿quién dice la verdad? Mientras ambas empresas se aferran a sus versiones, la opinión pública queda en medio de una batalla mediática, esperando que las autoridades competentes esclarezcan los hechos y determinen las responsabilidades. Las consecuencias sociales y laborales que menciona GIASA, sumadas a las implicaciones legales que se vislumbran, hacen de este caso un ejemplo paradigmático de los riesgos y las complejidades que pueden surgir en grandes proyectos de inversión internacional. El futuro de la planta en Salamanca, y el destino de las empresas involucradas, dependen ahora del resultado de esta disputa, que promete seguir dando de qué hablar en los próximos meses.
Fuente: El Heraldo de México