
22 de agosto de 2025 a las 12:20
Esquivel: Reforma judicial o fracaso.
La justicia en México se encuentra en un punto de inflexión. Con la entrada en vigor de la Reforma Judicial y la llegada de nuevos jueces al Poder Judicial el próximo 1 de septiembre, las expectativas de cambio son altas. La Ministra Yasmín Esquivel Mossa lo ha dejado claro: el éxito de esta reforma depende directamente del desempeño de estos nuevos magistrados. "Si los nuevos jueces fallamos; falla la reforma… cumplirle al pueblo, es la misión", una declaración contundente que refleja la enorme responsabilidad que recae sobre los hombros de quienes impartirán justicia en los próximos años.
Más allá de las modificaciones estructurales y los nuevos procesos de selección, la Ministra Esquivel Mossa ha enfatizado la importancia de un cambio profundo en la cultura judicial. No se trata simplemente de renovar las caras, sino de transformar la forma en que se concibe y se aplica la justicia. La meta final es garantizar el acceso efectivo a la justicia para todos, sin importar su condición social, económica o política. Un sistema de justicia que no discrimine, que no se deje influenciar por intereses particulares y que, por encima de todo, proteja los derechos y la dignidad de las personas.
El reto es monumental. Con una carga de 2,700 asuntos pendientes, los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tienen ante sí una tarea titánica. No solo deberán resolver estos casos con prontitud y eficiencia, sino que también deberán sentar las bases para un sistema judicial más ágil y transparente. Para ello, la Ministra Esquivel Mossa ha instado a la colaboración y al diálogo entre los magistrados, con el fin de evitar sobresaltos internos y administrativos que puedan obstaculizar el proceso de transformación. La designación de los integrantes del Órgano de Administración Judicial se presenta como un primer paso crucial en este camino hacia la unidad y la eficiencia.
La Ministra Esquivel Mossa ha hecho un llamado a la construcción de una justicia humanista, una justicia que ponga en el centro a las personas y su dignidad, especialmente a aquellas pertenecientes a los sectores más vulnerables de la sociedad. Esta visión implica un cambio de paradigma, un alejamiento de los vicios del pasado y una apuesta decidida por un futuro en el que la justicia sea un instrumento real de protección y garantía de derechos. Los nuevos juzgadores tienen la oportunidad, y la responsabilidad, de ser los artífices de este cambio.
El camino hacia una justicia más justa no será fácil. Requerirá de un esfuerzo constante, de una dedicación incansable y de una voluntad inquebrantable por parte de todos los actores involucrados. La Ministra Esquivel Mossa ha extendido una invitación a la reflexión y a la acción, un llamado a la construcción colectiva de un sistema judicial que esté a la altura de las necesidades y las expectativas del pueblo mexicano. El futuro de la justicia está en manos de los nuevos jueces, y la mirada de todo un país está puesta sobre ellos. ¿Estarán a la altura del desafío? El tiempo lo dirá.
Fuente: El Heraldo de México