La magia de México se despliega en cuatro destinos emblemáticos, entrelazando la fuerza de sus elementos con el espíritu indomable de sus corredores. Chiapas, Ciudad de México, Oaxaca y Chihuahua se preparan para vibrar al ritmo de los pies ligeros que portan la antorcha del talento deportivo, la inclusión indígena y el orgullo nacional. Más allá de la competencia, México Imparable se erige como un crisol de culturas, donde el deporte se funde con la tradición en una experiencia única e irrepetible.

Lorena Ramírez, la corredora rarámuri que ha conquistado el mundo con su talento y sencillez, se convierte en el alma de esta iniciativa. Su presencia, como embajadora del proyecto, no solo inspira a las nuevas generaciones de atletas, sino que también nos recuerda la riqueza y diversidad que habita en cada rincón de nuestro país. Con la misma humildad que la caracteriza, Lorena nos invita a reconocer la valía de todas las culturas, a través del deporte y la convivencia.

"Somos mexicanos e indígenas. Tenemos que vernos igual. Tenemos que valorar a todas las culturas, porque todos somos mexicanos", sus palabras resuenan con la fuerza de una verdad innegable, un llamado a la unidad y al respeto. Su recorrido, que va desde las montañas de Chihuahua hasta las competencias internacionales en Estados Unidos, Austria y China, es un testimonio viviente de la perseverancia y la pasión que caracteriza al espíritu mexicano.

La Fundación Lorena Ramírez, liderada por Mirna Beatriz de la Cruz (Estrellita), ha tejido con maestría los hilos de este movimiento social. "Es más que una carrera, es estar en diferentes lugares con grandes historias", afirma con convicción. Y es que cada una de las cuatro carreras que componen México Imparable es una ventana a la riqueza cultural de nuestro país. Las danzas, las muestras gastronómicas y las presentaciones de juego de pelota se entrelazan con la competencia, creando una experiencia multisensorial que trasciende lo deportivo.

Desde las aguas mayas de Chiapas, donde el próximo 14 de septiembre se dará el banderazo de salida, hasta las tierras rarámuris de Chihuahua, cada carrera es un homenaje a los elementos que dan vida a nuestra tierra. La tierra de los mixtecos en Oaxaca, y el fuego mexica que arde en el corazón de la Ciudad de México, completan este recorrido que promete ser una fiesta para los sentidos.

Con una expectativa de participación de 3,500 personas en Chiapas y 10,000 en la Ciudad de México el 7 de diciembre, México Imparable se perfila como un evento de gran magnitud. No se trata solo de correr, se trata de conectar con la gente, con las culturas, con las historias que se tejen en cada paso. Es una invitación a descubrir la magia de México, a través de los pies ligeros de sus corredores y la fuerza inquebrantable de sus tradiciones.

La vestimenta de Lorena, sus huaraches, su ropa tarahumara, son un símbolo de identidad, un recordatorio de nuestras raíces. Su presencia en las competencias, tanto nacionales como internacionales, es un motivo de orgullo para todos los mexicanos. A través de su ejemplo, nos invita a reconocer la grandeza que se esconde en la diversidad, a celebrar la riqueza cultural que nos une y a correr juntos hacia un futuro imparable.