
22 de agosto de 2025 a las 09:55
Corte Suprema: Limpieza a fondo
Un nuevo amanecer se vislumbra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Con la llegada de Hugo Aguilar Ortiz, primer representante indígena en presidir la institución, se abre un capítulo inédito en la historia jurídica de México. Más allá del protocolo tradicional, Aguilar Ortiz ha optado por un simbolismo cargado de significado: la reapertura de la monumental puerta de bronce, clausurada durante la gestión anterior, y engalanada ahora con flores artesanales de Xochimilco. Un gesto que busca transmitir un mensaje de accesibilidad y diálogo, un reconocimiento a la riqueza cultural del país y una promesa de transparencia en la gestión de la justicia.
Este cambio de timón no se limita a la estética. Desde las primeras horas del día, una serie de rituales ancestrales, encabezados por chamanes y líderes tradicionales, buscan purificar el espacio y dotarlo de una nueva energía. La consagración de los bastones de mando en la mítica Cuicuilco, antes de ser entregados a los ministros, añade un elemento de solemnidad y conexión con la historia prehispánica. Estos actos, impregnados de espiritualidad, se entrelazan con la agenda política: la asistencia al informe de la presidenta Claudia Sheinbaum, la protesta ante el Senado y la instalación formal de la nueva Corte, marcan el inicio de una jornada crucial para el futuro del Poder Judicial.
Sin embargo, la atmósfera de renovación no eclipsa los retos monumentales que aguardan. Aguilar Ortiz hereda una institución con cerca de 2,700 expedientes pendientes, algunos de ellos de vital importancia para el panorama político y electoral del país. Además, deberá navegar en un escenario de poder reconfigurado, donde la reforma judicial ha reducido significativamente la influencia de la presidencia de la Corte, transfiriendo el control del presupuesto al nuevo Órgano de Administración Judicial. Este órgano, conformado por representantes de diferentes instancias de poder, se perfila como un potencial foco de conflicto, dada la pugna por el control y la designación de incondicionales.
La austeridad, convertida en una constante en la administración pública, ha dejado su huella en el Poder Judicial. Recortes presupuestales severos han impactado incluso en el comedor de los empleados, donde se ha llegado a racionar la comida. Este panorama de limitaciones económicas añade un grado de dificultad a la ambiciosa tarea de transformar la Corte en una institución más cercana y justa para todos los mexicanos.
Entre la esperanza que simbolizan las flores y los bastones de mando, y la crudeza de las cifras y los recortes presupuestales, se inicia esta nueva era en la Suprema Corte. La promesa de renovación se enfrenta a la realidad de una estructura debilitada y una carga histórica de casos pendientes. El tiempo dirá si la transformación se concreta en hechos o se queda en un acto ceremonial. La mirada del país está puesta en Hugo Aguilar Ortiz y en los nuevos ministros. Su éxito o fracaso determinará no solo el futuro de la Corte, sino también la confianza de los ciudadanos en la justicia.
Y como si fuera un eco de la realidad que se vive en los pasillos del Poder Judicial, resuena la pregunta irónica, atribuida a un filósofo anónimo: "¿El menú del comedor de la Corte: dos tortillas y un trozo de gelatina? ¿La verdadera austeridad republicana?". Una pregunta que, más allá del humor, invita a la reflexión sobre el costo real de las políticas de austeridad y su impacto en el funcionamiento de las instituciones. Mientras tanto, el caso de Evangelina López Guzmán, una mujer de 95 años que lleva más de una década esperando que se cumpla una sentencia a su favor, ilustra la fragilidad de la justicia frente a los intereses de las élites políticas y empresariales. ¿Podrá la nueva Corte romper con estas complicidades históricas y garantizar una justicia equitativa para todos? Este es el desafío que enfrenta Aguilar Ortiz y su equipo. Un desafío que definirá el legado de su gestión y el rumbo del Poder Judicial en México.
Fuente: El Heraldo de México