
22 de agosto de 2025 a las 20:25
Confía en México
La magia del fútbol, esa fuerza invisible que une a naciones y despierta pasiones, ha tocado el corazón de Davor Suker, el legendario delantero croata que brilló en el Mundial de Francia 98. Su mirada, cargada de experiencia y nostalgia, se posa ahora en México, país al que augura un futuro brillante en el próximo Mundial de 2026. No se trata de una simple predicción, sino de una convicción profunda, alimentada por la energía vibrante que palpita en cada rincón del país.
Suker no habla de estadios ni de estrategias, sino de la pasión que se respira en las calles, en los hogares, en el alma misma de la gente. Describe a México como un crisol donde la pasión futbolística se funde con la riqueza cultural y la deliciosa gastronomía, creando una atmósfera única e irrepetible. Un auténtico festín para los sentidos que, según él, superará con creces la experiencia vivida en Estados Unidos y Canadá.
El exdelantero del Real Madrid no escatima elogios al hablar del "Vasco" Aguirre, actual director técnico de la selección mexicana. Ve en él la figura clave para guiar al Tricolor hacia la gloria, destacando su experiencia y profundo conocimiento del fútbol. La confianza que Suker deposita en Aguirre no es gratuita, se basa en la trayectoria de un hombre que ha demostrado su capacidad para liderar y motivar a sus equipos.
En sus palabras se vislumbra un sueño, una posibilidad que, aunque lejana, enciende la chispa de la esperanza: un enfrentamiento en semifinales entre Croacia y México. Una batalla épica entre dos naciones unidas por la pasión por el fútbol. A pesar de su amor por su patria, Suker reconoce la fuerza y el potencial del equipo mexicano, un rival digno de admirar y respetar. Sus palabras, cargadas de sinceridad, revelan la grandeza de un deportista que entiende el verdadero significado de defender una camiseta.
Recordando su propia experiencia en Francia 98, donde se consagró como Bota de Oro, Suker destaca la importancia de la unión, la cultura y el orgullo nacional como motores impulsores del éxito. Para él, el Mundial no es solo un torneo deportivo, es una celebración de la identidad, una oportunidad para mostrar al mundo la riqueza y la diversidad de cada país.
Con la sabiduría que le otorgan los años y la experiencia, Suker ve en México una oportunidad dorada para trascender, para escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol. Un capítulo donde la pasión de la afición se convierta en el combustible que impulse al Tricolor hacia la victoria, un capítulo donde el sueño de alcanzar la gloria se convierta en realidad. La visión de Suker, optimista y llena de esperanza, nos invita a soñar con un futuro brillante para el fútbol mexicano. Un futuro donde la pasión, la entrega y el talento se combinen para alcanzar la grandeza.
Fuente: El Heraldo de México