
22 de agosto de 2025 a las 18:20
Ayotzinapa: La lucha sigue sin Vidulfo
La inesperada renuncia de Vidulfo Rosales, abogado de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ha generado una ola de interrogantes y especulaciones que resuenan en los pasillos del poder y en el corazón de una nación que aún busca respuestas. Tras casi once años de incansable lucha, Rosales abandona la primera línea de batalla, dejando tras de sí un legado imborrable y un futuro incierto para el caso que ha marcado a México. Su decisión, envuelta en un halo de misterio, abre un nuevo capítulo en esta dolorosa historia, dejando a muchos preguntándose qué le depara el destino a la búsqueda de justicia para los 43.
Las palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum, prudentes y medidas, reflejan la complejidad del momento. "El seguimiento es el mismo", afirma, intentando transmitir un mensaje de continuidad y estabilidad en medio de la turbulencia. Sin embargo, la incertidumbre es palpable. La salida de una figura tan emblemática como Rosales, un hombre que se convirtió en sinónimo de la lucha por Ayotzinapa, inevitabemente genera inquietud. ¿Cómo afectará su ausencia a las familias? ¿Quién tomará el relevo en esta titánica tarea? ¿Se mantendrá el mismo ritmo en las investigaciones?
La presunta incorporación de Rosales al equipo del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación añade otra capa de intriga a este rompecabezas. Si bien Sheinbaum se ha abstenido de emitir un posicionamiento al respecto, respetando la autonomía del organismo, la posibilidad de que Rosales ocupe un nuevo rol en el escenario judicial abre un abanico de interpretaciones. ¿Se trata de una simple coincidencia o de una estrategia calculada? ¿Podría su nueva posición influir en el curso del caso Ayotzinapa? Las preguntas se multiplican, alimentando la especulación y la incertidumbre.
Mientras tanto, las familias de los 43, agobiadas por el dolor y la larga espera, se enfrentan a una nueva encrucijada. La renuncia de Rosales, si bien respetable desde el punto de vista personal, les deja un vacío difícil de llenar. Su experiencia, su conocimiento del caso y su compromiso inquebrantable eran pilares fundamentales en su lucha por la verdad y la justicia. Ahora, deben encontrar la fuerza para seguir adelante, para confiar en que la búsqueda de sus hijos no se detendrá, a pesar de los obstáculos y las adversidades.
En medio de este panorama complejo, la sociedad mexicana se mantiene expectante, observando con atención cada movimiento, cada declaración, cada rumor. El caso Ayotzinapa, una herida abierta en la conciencia nacional, sigue demandando respuestas. Y mientras la verdad permanece esquiva, la esperanza, aunque a veces tenue, se aferra a la posibilidad de que algún día, finalmente, se haga justicia.
Fuente: El Heraldo de México