Prepárense, porque la danza de la lluvia se avecina, y viene con fuerza. La onda tropical número 24, cual director de orquesta, está afinando sus instrumentos para un concierto de precipitaciones que resonará con intensidad en el centro y sur de la República Mexicana. Imaginen las notas altas y bajas, traducidas en lluvias que van de fuertes a muy fuertes, un crescendo que podría alcanzar entre 50 y 75 milímetros en tan solo un día. Y como en toda buena sinfonía, habrá momentos de dramatismo: descargas eléctricas que iluminarán el cielo y la posible caída de granizo, como percusiones repentinas que añadirán emoción al espectáculo.

El Valle de México, con la Ciudad de México y el Estado de México como protagonistas, no escapará a esta función meteorológica. Mientras que las primeras horas del día nos arrullarán con temperaturas frescas a templadas, cual suave melodía de introducción, las zonas altas del Estado de México experimentarán un preludio más frío, envuelto en un manto de niebla densa que podría dificultar la visibilidad, como un misterioso velo sobre el escenario. No se dejen engañar por la calidez que irá ganando terreno conforme avance el día. Es precisamente en la tarde, cuando el sol esté en su punto más alto, que la orquesta alcanzará su clímax, desatando las lluvias más intensas, el verdadero forte de esta composición meteorológica.

El viento, como un coro versátil, cambiará de dirección, soplando a velocidades entre 10 y 25 kilómetros por hora, con ráfagas que podrían alcanzar hasta los 45 km/h, añadiendo un toque de dinamismo a la escena. Imaginen las hojas danzando al compás de estas ráfagas, una coreografía improvisada que acompañará la sinfonía de la lluvia.

Ante este pronóstico, la precaución es la mejor herramienta. Revisen sus paraguas, aseguren las ventanas y, sobre todo, manténganse informados. Este concierto meteorológico, aunque fascinante, requiere de nuestra atención y respeto. No se arriesguen a ser sorprendidos por la intensidad de la lluvia, ni por las descargas eléctricas. La naturaleza, como una gran artista, nos regala un espectáculo impresionante, pero también nos recuerda su poder. Disfrutemos de la lluvia, pero con responsabilidad, escuchando atentamente las recomendaciones de las autoridades y tomando las precauciones necesarias. La seguridad es la mejor butaca para apreciar este concierto de agua y viento.