
21 de agosto de 2025 a las 09:30
Vence a la pobreza
La alegría debería ser palpable. Imaginen un México donde el diálogo, aunque enérgico, estuviera guiado por la razón y la búsqueda de consensos. Un México donde las evidencias, contundentes e irrefutables, condujeran a acuerdos que beneficien a todos. Ese México debería ser el nuestro hoy, celebrando el monumental logro de sacar a más de 13 millones de compatriotas de las garras de la pobreza. Un logro que se cimenta, no solo en programas sociales, sino en el fortalecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores, gracias al crecimiento real de sus salarios.
Los datos del INEGI, del 13 de agosto de 2025, no mienten. La pobreza multidimensional se desplomó del 41.9% en 2018 al 29.6% en 2024. Una caída de más de 12 puntos porcentuales que nos coloca en la tasa de pobreza más baja de nuestra historia, al menos desde que existen registros. Un hito histórico que debería ser motivo de orgullo y unidad nacional.
Sin embargo, la realidad es otra. En lugar de júbilo colectivo, algunos sectores, cegados por la intolerancia y el odio, se empeñan en minimizar este triunfo. Tejen narrativas fantasiosas, calumnias y especulaciones que van desde la supuesta manipulación política desde las sombras, hasta la invención de intenciones golpistas contra la democracia. Fantasías que, lamentablemente, encuentran eco en grupos minoritarios, pero extremadamente vociferantes, que contaminan el debate público con su virulencia.
Incluso quienes reconocen tímidamente el avance, lo hacen con reticencia, con el invariable "pero…", empañando el logro con sus prejuicios. Como decía Carlos Payán, le arrojan moco a la sopa.
La verdad es que el gobierno de AMLO materializó su lema "para bien de todos, primero los pobres". No solo con programas sociales, sino con el audaz y sostenido aumento al salario mínimo. Una medida que desmintió categóricamente los pronósticos catastrofistas que auguraban un colapso económico. Al contrario, el aumento salarial inyectó dinamismo a la economía y redujo la brecha de desigualdad.
Es cierto que ningún gobierno es perfecto y que se cometieron errores. Pero al sopesar los aciertos y desaciertos, la balanza se inclina favorablemente hacia el legado de AMLO. Un legado que, junto con las cualidades de Claudia Sheinbaum, impulsó un triunfo electoral sin precedentes en México.
Aún queda mucho por hacer. Pero el logro del gobierno de AMLO es una realidad innegable que abre las puertas a nuevos avances sociales. Quienes se obstinan en negar lo evidente, naufragan en su propia irrealidad.
Más allá de las críticas, incluso desde la oposición, se reconocen los avances. Jorge Romero, líder del PAN, celebró los datos del INEGI y llamó a la unidad para seguir combatiendo la pobreza. Reconoció que aún existen "deudas" pendientes, pero se mostró dispuesto a trabajar para saldarlas.
Una de esas "deudas", la disminución de la brecha entre ricos y pobres, ya ha comenzado a saldarse. La diferencia entre el decil más rico y el más pobre se redujo de 38 veces en 2012 a 14 veces en la actualidad. También se registraron avances significativos en alimentación, educación, seguridad social, vivienda y servicios básicos. El reto principal sigue siendo el acceso a la salud, un tema prioritario para el actual gobierno.
La alta aprobación del gobierno de Sheinbaum, similar a la de su predecesor, refleja la confianza de la ciudadanía en la continuidad de estas políticas sociales. La encuesta de Heraldo Media Group y Question Mark revela una aprobación general del 74%, con el sector salud, precisamente, como el punto más bajo con un 56%. Un reflejo claro de los retos que aún persisten y la necesidad de redoblar esfuerzos en esa área.
Fuente: El Heraldo de México