El eco de la tragedia resuena de nuevo en el mundo de la música regional mexicana. La reciente pérdida de Ernesto Barajas, líder y vocalista de Enigma Norteño, asesinado a tiros en Zapopan, Jalisco, ha dejado una herida profunda en la agrupación y en sus seguidores. Lo más desgarrador es la sombra de un pasado doloroso que se cierne sobre esta tragedia: hace trece años, la banda sufrió un golpe similar con el secuestro y asesinato de su baterista, José Baldenegro, en Sinaloa. Dos pérdidas violentas que marcan a fuego la historia de Enigma Norteño, dejando una estela de dolor e incredulidad.

En una entrevista concedida hace años, el propio Ernesto Barajas relató con crudeza el impacto que tuvo la muerte de José Baldenegro en la banda. La noticia, recibida como un mazazo mientras se recuperaba de una lesión en la rodilla, lo sumió en la incredulidad. Recordaba la llamada de su compañero, "Kirri", anunciándole que "habían levantado a José". La incertidumbre, la angustia y la desesperación se apoderaron de los integrantes de Enigma Norteño. Incluso, confesó Barajas, llegaron a considerar la posibilidad de abandonar la música, tan grande era el dolor y el miedo que les embargaba.

A pesar del golpe, el mánager de la banda les instó a cumplir con sus compromisos en Estados Unidos. Imaginen la presión, el conflicto interno, tener que subir a un escenario con el corazón roto, la mente en otro lugar, forzando una sonrisa mientras la sombra de la tragedia los acechaba. Al llegar a su destino, la terrible confirmación: José Baldenegro había sido encontrado sin vida. El regreso inmediato a México fue inevitable, el deseo de despedir a su amigo y compañero, más fuerte que cualquier contrato o compromiso.

El miedo se palpaba en el ambiente. Allegados a la banda les aconsejaron no asistir al velorio de José, el peligro era latente, la amenaza de quienes le habían arrebatado la vida seguía presente. La misma violencia que ahora, trece años después, ha alcanzado a Ernesto Barajas, segándole la vida en un acto brutal que ha conmocionado al mundo de la música.

La historia de Enigma Norteño está marcada por la tragedia, por la pérdida de dos de sus integrantes en circunstancias violentas. Un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la sombra oscura que a veces se cierne sobre el mundo artístico. La música regional mexicana está de luto, y el eco de estas pérdidas resonará por mucho tiempo en los corazones de sus seguidores. ¿Qué futuro le espera a Enigma Norteño tras este nuevo golpe? ¿Podrán sobreponerse al dolor y continuar su legado musical? El tiempo lo dirá, pero la huella de Ernesto Barajas y José Baldenegro, marcados por un destino trágico, permanecerá imborrable en la memoria de la música regional mexicana.