La Cooperativa Pascual, un ícono de la industria refresquera mexicana, celebra su 40 aniversario con la inauguración de un flamante centro de distribución en Querétaro. Este hito no solo marca una expansión estratégica en el territorio nacional, sino que reafirma el compromiso inquebrantable de la cooperativa con el desarrollo económico y social del país. La ceremonia de apertura, cargada de simbolismo y emotividad, contó con la presencia de autoridades federales, estatales y municipales, quienes se unieron a los miembros de la cooperativa para celebrar este importante logro.

Patricia Izarraráz Aviña, presidenta del consejo de administración de Pascual, expresó con orgullo la convicción de la cooperativa de generar empleos, fortalecer la economía local y compartir los valores que han sido el pilar de su trayectoria: la solidaridad, el esfuerzo colectivo y la responsabilidad social. Recordó el día en que se colocó la primera piedra de este proyecto, un sueño que hoy se materializa en un moderno centro de operaciones, una fuente de empleo estable y una herramienta clave para consolidar la presencia comercial de Pascual en la región.

Más allá de la expansión comercial, la apertura de este centro en Querétaro representa la esencia misma de la Cooperativa Pascual: una empresa que crece sin olvidar sus raíces. Izarraráz Aviña enfatizó que este nuevo espacio no solo fortalece los objetivos de venta, sino también la identidad de una cooperativa que avanza con paso firme, manteniendo intactos los valores que la han distinguido a lo largo de cuatro décadas. "Nuestro objetivo de venta se fortalece, sí, pero también lo hace nuestra identidad, la de una cooperativa que avanza sin perder sus raíces", afirmó.

Con una gama de 37 presentaciones, bebidas en cuatro tipos de envases y nueve marcas, Pascual se consolida como una empresa dinámica y en constante evolución. Este nuevo centro de distribución en Querétaro es una muestra tangible de su visión de futuro, de su apuesta por la innovación y de su compromiso con la creación de valor compartido para sus socios, colaboradores y la comunidad en general. Es una inversión que no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también refuerza el tejido social, generando empleos dignos y promoviendo el desarrollo local.

La inauguración de este centro de distribución es un paso más en la historia de éxito de la Cooperativa Pascual, una historia escrita con el esfuerzo y la dedicación de todos sus integrantes. Es un testimonio de la fuerza del trabajo colectivo, de la importancia de la solidaridad y de la capacidad de una empresa mexicana para competir y crecer en un mercado cada vez más exigente. Las nuevas instalaciones en Querétaro se erigen como un símbolo de la visión de futuro de la cooperativa, un futuro en el que la innovación, la responsabilidad social y el compromiso con el desarrollo sostenible son los pilares fundamentales. Un futuro que se construye día a día, con el trabajo conjunto y la convicción de que un México mejor es posible. "Que estas nuevas instalaciones de Querétaro sean un símbolo de lo que somos y también de lo que aspiramos a seguir siendo. Una cooperativa fuerte, humana, solidaria y con visión de futuro", concluyó Izarraráz Aviña.