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21 de agosto de 2025 a las 08:35

Pánico en el aire: Ala de avión se desprende antes de aterrizar

La tensión se palpaba en el aire a bordo del vuelo 1893 de Delta Air Lines. No era la típica inquietud ante las turbulencias, sino un miedo profundo, un temor justificado por la imagen surrealista de un alerón colgando precariamente del ala del Boeing 737. Imaginen la escena: ustedes, sentados en su asiento, intentando ignorar los temblores del avión, cuando de pronto la persona de adelante abre la persiana y revela la aterradora verdad: una parte crucial del ala, un flap, parece a punto de desprenderse a miles de metros de altura. Ese fue el escenario que enfrentaron los 62 pasajeros y 6 tripulantes que viajaban de Orlando a Austin el pasado martes.

El testimonio de Shanila Arif, una de las pasajeras, nos permite comprender la magnitud del susto. "El avión temblaba", relata, "y cuando miré por la ventana, me asusté". Su video, ahora viral en redes sociales, muestra la fragilidad de la situación: el flap, esa superficie móvil esencial para el control del avión, balanceándose peligrosamente en el viento. La incertidumbre se apoderó de todos. ¿Se desprendería por completo? ¿Impactaría la cola del avión? ¿Sería este el inicio de una tragedia? Afortunadamente, el vuelo 1893 aterrizó sin problemas en Austin, y nadie resultó herido. Pero el incidente deja un sabor amargo, una serie de interrogantes que exigen respuestas.

Delta Air Lines, por su parte, ha retirado la aeronave del servicio para realizar las inspecciones y reparaciones pertinentes. Han emitido un comunicado disculpándose por el incidente y asegurando que cooperarán plenamente con la investigación de la FAA. Sin embargo, este incidente no es un caso aislado. Forma parte de una preocupante tendencia que ha visto a Delta Air Lines y a Boeing, el fabricante del avión, enfrentar una serie de problemas en los últimos meses.

Recordemos el aterrizaje de emergencia en Salt Lake City en marzo de 2025, tras una falla en uno de los motores de un Boeing 737-800 de Delta. O el incidente en Atlanta en enero del mismo año, cuando un Boeing 757 perdió una rueda del tren de aterrizaje delantero durante el despegue. Estos eventos, sumados a problemas similares reportados por otras aerolíneas con modelos Boeing, plantean serias dudas sobre la seguridad y el mantenimiento de estas aeronaves.

Boeing, en particular, ha estado bajo un intenso escrutinio. El incidente del flap en un vuelo de United Airlines en mayo de 2024, la presión constante tras los problemas con el 737 MAX, y las inspecciones ordenadas por la FAA a miles de aviones Boeing 737 debido a preocupaciones sobre válvulas de oxígeno defectuosas, pintan un panorama complejo para el gigante aeronáutico. ¿Estamos ante una simple coincidencia o ante un patrón sistemático de fallas?

La investigación de la FAA sobre el incidente del vuelo 1893 será crucial para determinar las causas del problema y, más importante aún, para garantizar la seguridad de los pasajeros en el futuro. Mientras tanto, la incertidumbre persiste, y la imagen del alerón balanceándose en el aire se convierte en un símbolo de la fragilidad de la tecnología y la importancia de una vigilancia constante en la industria aeronáutica. ¿Qué medidas se tomarán para prevenir futuros incidentes? ¿Qué garantías tenemos los pasajeros de que volaremos seguros? Estas son preguntas que exigen respuestas claras y contundentes.

Fuente: El Heraldo de México