La furia desatada por los celos se convirtió en una pesadilla para Ximena N., una joven de 23 años cuya vida pende de un hilo tras un brutal atropellamiento en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. El pasado 16 de agosto, la tranquilidad de la colonia Barrio Guadalupe se vio interrumpida por un acto de violencia que ha conmocionado a la sociedad chiapaneca. Ximena, tras disfrutar de una cena con su novio, se vio acechada por la sombra de los celos enfermizos de Jovana Karina, expareja de su actual compañero. Un video, escalofriante testimonio del horror vivido, muestra cómo la camioneta blanca de lujo, conducida por Jovana Karina, persigue a Ximena y a su novio, culminando en un impacto devastador que dejó a la joven prensada entre dos vehículos.

La madre de Ximena, Tania Camacho Trejo, con la voz entrecortada por la angustia, relata los momentos de terror que vivió al enterarse del estado crítico de su hija. “Se nos está yendo, se nos está yendo”, repetían los médicos, luchando contra el reloj para detener la hemorragia causada por el estallamiento de matriz que sufrió Ximena. A este terrible diagnóstico se suman fracturas en pelvis, columna y pierna, además de la pérdida de cinco dientes. La imagen de la joven, llena de vida y sueños, contrasta dramáticamente con la realidad que enfrenta hoy, postrada en una cama de hospital, luchando por su vida.

El acto, lejos de ser un accidente, se configura como un intento de feminicidio, según la Fiscalía General del Estado, tras recabar testimonios y analizar las pruebas, incluyendo el perturbador video. La saña con la que Jovana Karina embistió a Ximena, su posterior intento de huida, frenado por la rápida intervención de los vecinos, pintan un cuadro desgarrador de violencia premeditada. Si bien Jovana Karina permanece detenida en el penal de El Amate, aún no ha rendido su declaración, dejando un manto de incertidumbre sobre las motivaciones que la llevaron a cometer semejante acto.

La tragedia de Ximena no es un caso aislado. Su historia se suma a la larga lista de mujeres que han sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas. La denuncia de la familia, que asegura que Ximena había recibido amenazas desde 2024, pone en evidencia la inacción de las autoridades y la urgente necesidad de implementar medidas efectivas para proteger a las víctimas de violencia de género. El hashtag #JusticiaParaXimena se ha convertido en un clamor popular, un grito desesperado que exige que se haga justicia y que este caso no quede impune.

La sociedad chiapaneca, conmocionada por la brutalidad del ataque, se une a la familia de Ximena en su lucha por la justicia. Mientras tanto, la joven de 23 años libra la batalla más importante de su vida, aferrándose a la esperanza de una recuperación que le permita reconstruir su vida, marcada para siempre por la violencia y el dolor. El caso de Ximena nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la prevención y la atención a las víctimas de violencia de género, un problema que requiere la participación de toda la sociedad para erradicarlo de raíz. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo testigos de estas tragedias? ¿Cuándo aprenderemos a valorar la vida y a respetar la integridad de las mujeres?