La partida de Xava Drago ha dejado un silencio ensordecedor en el corazón del rock mexicano. Un silencio que contrasta con la potencia vocal que lo caracterizó y que resonará por siempre en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de escucharlo. Su voz, un torrente de emociones, capaz de transmitir la fuerza de un huracán y la dulzura de una balada, se apagó la mañana del jueves 21 de agosto, dejando un vacío irreparable en el panorama musical.

A sus 54 años, Xava, cuyo nombre real era Salvador Aguilar Hurtado, enfrentó la batalla contra el cáncer gástrico con la misma valentía y pasión que demostró en los escenarios. A pesar del desahuciado diagnóstico, su espíritu indomable lo impulsó a grabar dos canciones como un último regalo, una muestra de gratitud hacia sus fieles seguidores, quienes lo acompañaron a lo largo de su trayectoria. Un gesto que revela la grandeza de su alma y su amor incondicional por la música.

El emotivo mensaje compartido por su familia, “Nos deja un vacío enorme… Eternamente Xava Drago”, refleja el sentir de miles de fans que hoy lloran su partida. Las redes sociales se han inundado de mensajes de despedida, testimonios de la profunda huella que dejó en la vida de quienes vibraron con su música. “Descansa en paz, Chava”, “Eternamente Xava”, “Gracias por todo”, son algunas de las frases que se repiten en un coro virtual de dolor y admiración.

Más allá de los éxitos radiales como “Tócame”, “Veinte para las doce” y la emblemática “Aún”, convertida en un himno generacional, Xava Drago fue mucho más que una voz potente. Fue un artista integral, un intérprete que se adueñaba del escenario con una presencia magnética, capaz de conectar con el público a un nivel profundo. Su versatilidad le permitía navegar entre diferentes géneros musicales, dejando siempre su sello personal.

Su paso por la icónica banda Coda marcó una época dorada en el rock mexicano de los años 90. Xava, con su energía desbordante y su entrega total, se convirtió en un pilar fundamental de la agrupación, contribuyendo a la creación de un legado musical que trascendió fronteras.

Su posterior etapa como solista, con el lanzamiento de su disco "Quinto Sol", reveló una nueva faceta de su talento, mostrando su profundo amor por la cultura mexicana y latina. Un proyecto que lo consolidó como un artista en constante evolución, siempre en busca de nuevas formas de expresión.

La colaboración con Tonio Ruiz, guitarrista de Coda, en las dos últimas canciones grabadas por Xava, es un testimonio de la profunda amistad y el respeto mutuo que existía entre ellos. Un último abrazo musical que quedará grabado en la historia del rock mexicano.

La partida de Xava Drago es una pérdida irreparable para la música, pero su legado seguirá vivo en cada nota, en cada canción, en cada recuerdo. Su voz, aunque silenciada físicamente, resonará por siempre en el corazón de quienes lo admiramos. Un artista que se entregó en cuerpo y alma a su pasión, dejando una huella imborrable en la historia del rock en México. Xava Drago, eternamente en nuestros corazones.