La repentina partida de Xava Drago ha dejado un vacío inmenso en la escena del rock mexicano. Su voz, potente y llena de sentimiento, resonará por siempre en los corazones de quienes crecimos con la música de CODA. Más allá de los escenarios y los reflectores, Xava era un guerrero, un luchador incansable que enfrentó al cáncer con una valentía admirable. Su transparencia al compartir su batalla, desde el diagnóstico hasta los últimos días, conmovió a miles y nos recordó la fragilidad de la vida. Recordamos con especial emotividad sus publicaciones en redes sociales, donde, a pesar del dolor y el desgaste físico, siempre transmitía un mensaje de esperanza y agradecimiento. Esa fuerza interior, esa luz que emanaba incluso en los momentos más oscuros, es un legado que trasciende su música.

La solidaridad demostrada por la comunidad rockera, los fanáticos, amigos y colegas, es un testimonio del impacto que Xava tuvo en la vida de tantas personas. Los conciertos a beneficio, las donaciones, los mensajes de aliento, fueron un bálsamo en medio de la tormenta. Es conmovedor ver cómo la música une, cómo crea lazos de apoyo y empatía en momentos difíciles. La respuesta a la petición de ayuda de su amigo Luis, el baterista, refleja la profunda admiración y cariño que se le tenía a Xava, no solo como artista, sino como ser humano.

"Aún", "Veinte para las doce", "Eternamente"… cada canción de CODA es un fragmento de la historia del rock en español. Xava, con su voz inconfundible y su presencia escénica, logró conectar con una generación entera. Sus interpretaciones resonaban con la fuerza de un huracán, transmitían una energía desbordante que contagiaba a todos los presentes. Esos himnos generacionales seguirán sonando en las estaciones de radio, en las plataformas digitales y, sobre todo, en la memoria colectiva de quienes tuvimos el privilegio de disfrutarlo en vivo.

La noticia de su desahucio en agosto de 2025 fue un golpe duro para todos. Su mensaje de despedida en Instagram, donde agradecía el apoyo recibido y anunciaba el lanzamiento de nuevo material, fue un acto de generosidad y amor hacia sus seguidores. A pesar del dolor y la inminencia de la partida, Xava pensó en su público, en dejar un último regalo, un último eco de su voz. Esa muestra de fortaleza y entrega es un ejemplo de vida que nos inspira a valorar cada momento, a luchar por nuestros sueños y a agradecer por el amor que nos rodea.

Xava Drago, tu voz se ha apagado, pero tu música y tu legado vivirán por siempre. Descansa en paz, guerrero del rock. Tu recuerdo resonará en cada acorde, en cada canción, en cada corazón que tocaste con tu arte.