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20 de agosto de 2025 a las 03:15
Sismos en Chiapas: ¿Despertar del Chichón?
El Chichonal, un gigante dormido que respira. Casi imperceptible para el ojo inexperto, la tierra bajo nuestros pies, en las cercanías del volcán El Chichón, palpita con una energía silenciosa. 307 suspiros telúricos, registrados entre el 1 de junio y el 18 de agosto de 2025, nos recuerdan la fuerza latente que yace bajo la superficie. La Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), vigilante centinela de la actividad geológica de la región, ha seguido de cerca cada uno de estos movimientos, desentrañando los secretos que guarda el corazón del volcán.
Imaginen la escena: un equipo de científicos, con la precisión de un relojero, analizando los datos provenientes de las estaciones sísmicas. Cada temblor, por mínimo que sea, es registrado, medido y estudiado. Grados Richter que oscilan entre 1.4 y 3.4, cifras que, por fortuna, no han representado una amenaza para las comunidades aledañas. La vida en los pueblos cercanos al Chichón sigue su curso, ajena al murmullo subterráneo. Las casas permanecen en pie, firmes ante los sutiles movimientos telúricos, y la cotidianidad no se ve alterada.
Pero la tranquilidad aparente no debe confundirse con la inactividad. La vigilancia, constante e inquebrantable, es la clave para garantizar la seguridad de la población. El Centro de Monitoreo Vulcanológico y Sismológico de la UNICACH, en colaboración con Protección Civil, el Servicio Sismológico Nacional y el Centro Nacional de Prevención de Desastres, mantiene una observación permanente, como un médico que ausculta el pulso de su paciente. Cada anomalía, cada variación en el ritmo sísmico, es analizada con minuciosidad, buscando descifrar el lenguaje secreto del volcán.
¿Qué nos dicen estos 307 temblores? ¿Son un simple ajuste de la corteza terrestre o un preludio de una actividad más intensa? Por el momento, la alerta se mantiene estable, una luz verde que nos invita a la calma, pero también a la prudencia. El Chichón, como cualquier gigante dormido, tiene el potencial de despertar.
Las autoridades, conscientes de la importancia de la prevención, han emitido una recomendación clara y concisa: mantenerse alejado del cráter. La belleza imponente del volcán, la tentación de acercarse a su cima, no debe opacar los riesgos latentes. La exposición a gases volcánicos y otros peligros inherentes a la actividad geotérmica, justifica la precaución.
La historia nos ha enseñado que la naturaleza es impredecible. El Chichón, con su pasado eruptivo, nos recuerda la importancia de respetar su fuerza. La información, la vigilancia y la prevención son nuestras mejores herramientas para convivir en armonía con este imponente coloso. El futuro, como la actividad volcánica, es incierto, pero la preparación y la constante comunicación entre las autoridades y la población son la clave para afrontar cualquier eventualidad. Seguiremos informando, seguiremos vigilando, porque la seguridad de todos es nuestra prioridad.
Fuente: El Heraldo de México