La bomba ha estallado en el mundo del espectáculo. Mayela Laguna, expareja de Luis Enrique Guzmán, ha roto el silencio y ha destapado una caja de Pandora que amenaza con sacudir los cimientos de la farándula mexicana. En una explosiva entrevista con Javier Ceriani, Laguna confesó haber mantenido un romance con el reconocido periodista Gustavo Adolfo Infante, una figura hasta ahora ajena a los escándalos amorosos.

La confesión, lejos de ser un simple rumor, viene cargada de detalles y matices que pintan un panorama complejo. Según Laguna, la relación se dio en un momento de extrema vulnerabilidad, en medio del torbellino mediático que rodeó la polémica de la paternidad de su hijo Apolo. Aislada y con la presión de la prensa encima, encontró en Infante un apoyo, una figura que contrastaba con el vacío que la rodeaba. "Era un momento de mi vida en el que no estaba muy consciente de las situaciones", confesó con una franqueza que deja entrever el peso emocional de aquella época.

Las declaraciones de Laguna no se quedan en meras palabras. Javier Ceriani, conocido por su incisiva labor periodística, ha aportado elementos que dan mayor credibilidad a la historia. Según Ceriani, una amiga cercana a Mayela habría sido testigo presencial de los encuentros entre Laguna e Infante, encuentros que supuestamente tuvieron lugar en un departamento propiedad del periodista en la colonia Condesa. Este detalle, lejos de ser trivial, añade una capa de verosimilitud al relato, transformando la confesión en una acusación con nombre y apellidos.

La sombra de la sospecha ya se cernía sobre Infante desde 2024, cuando surgieron los primeros rumores que lo vinculaban con Laguna. En aquel entonces, el periodista negó rotundamente cualquier tipo de relación amorosa, atribuyendo las especulaciones a las maquinaciones de Luis Enrique Guzmán. Incluso llegó a asegurar que su único vínculo con Laguna era estrictamente profesional, limitado a su apoyo en programas de televisión.

Sin embargo, las recientes declaraciones de Laguna ponen en jaque la versión de Infante. La expareja de Guzmán asegura tener pruebas que respaldan su historia, pruebas que, según ella, demostrarían la infidelidad del periodista. Un celular, actualmente fuera de servicio, guarda la clave de este enigma, una clave que Laguna amenaza con revelar si Infante continúa negando los hechos.

El caso da un giro aún más dramático con la revelación de que Infante estaba casado durante su supuesto romance con Laguna. Este elemento introduce una nueva dimensión al escándalo, planteando interrogantes sobre la estabilidad del matrimonio del periodista y el impacto que estas revelaciones podrían tener en su vida personal y profesional.

¿Estamos ante una verdad incómoda que finalmente sale a la luz o se trata de una estrategia para ganar notoriedad? La respuesta aún está en el aire. Lo cierto es que las declaraciones de Mayela Laguna han abierto una brecha en la imagen pública de Gustavo Adolfo Infante, una brecha que difícilmente podrá cerrarse sin una respuesta contundente. El mundo del espectáculo observa con atención el desarrollo de esta historia, una historia que promete nuevos capítulos y revelaciones en los próximos días. Mientras tanto, la pregunta sigue resonando: ¿Cuál será la respuesta de Gustavo Adolfo Infante ante estas acusaciones?