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20 de agosto de 2025 a las 06:30
Hija de Dulce, víctima de brujería
La sombra de la santería se cierne sobre la heredera de Dulce, sumiendo a Romina Mircoli en una espiral de temor e incertidumbre. La joven, aún conmocionada por la reciente pérdida de su madre, se enfrenta ahora a una serie de eventos perturbadores que han teñido su vida de angustia. El hallazgo de restos animales, muñecos y figuras rituales frente a su domicilio, no es un hecho aislado, sino la culminación de meses de amenazas e intimidaciones que han puesto en jaque su tranquilidad y la de su familia.
Imaginen la escena: la oscuridad de la noche, el silencio roto solo por el chirrido de los grillos, y de pronto, al salir de su hogar, Romina se topa con un macabro escenario. Un recipiente de vidrio, como una ventana a un mundo oscuro y desconocido, exponiendo los restos de animales sacrificados, muñecos con alfileres clavados y figuras que evocan rituales ancestrales. "Algo bien desagradable", fueron sus palabras, un eufemismo que apenas logra contener la profunda perturbación que este acto ha generado en su ser.
El testimonio de quienes presenciaron la escena es aún más escalofriante: "Un fierro tirado… parece que hubiéramos abierto la caja de Pandora y hubiera salido la pestilencia". Una imagen vívida que nos transporta al lugar de los hechos, haciéndonos partícipes del horror y la incertidumbre que se respira en el ambiente. La sensación de vulnerabilidad, la angustia ante lo desconocido, se palpan en cada palabra, en cada detalle descrito.
Ante la gravedad de los hechos, Romina, acompañada de su abogado, Gerardo Rincón, ha acudido a la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León para interponer una denuncia formal. Intimidación, amenazas, maltrato animal y afectación a la salud pública son solo algunos de los delitos que se le imputan a Francisco N., principal sospechoso, y a sus cómplices: Ofelia N., Carlos N. y Armando N.
Esta nueva denuncia se suma a un caso anterior en el que Romina ya había denunciado amenazas de muerte, un hecho que deja entrever la escalada de violencia y hostigamiento que la joven ha venido sufriendo. La solicitud de medidas de protección por parte de su abogado refleja la preocupación real y latente por la seguridad de Romina, mientras la Fiscalía Especializada en Delitos contra las Mujeres de Nuevo León continúa con las investigaciones.
La presión emocional a la que está sometida Romina Mircoli es inimaginable. Heredera universal de la fallecida cantante Dulce, la joven confiesa temer por su vida, una declaración desgarradora que revela la magnitud del impacto psicológico que estos eventos han tenido en ella. El hecho de que haya redactado su testamento, un acto que normalmente asociamos con la etapa final de la vida, es una muestra palpable del miedo y la desesperación que la embargan.
Este caso, que ha trascendido las páginas de sucesos para convertirse en un drama mediático, nos obliga a reflexionar sobre la complejidad de la condición humana, sobre la fragilidad de la vida y la importancia de la justicia. ¿Qué oscuros motivos se esconden detrás de estos actos de intimidación? ¿Qué relación guarda la santería con este conflicto?
La santería, una religión sincrética que fusiona las creencias yorubas con el catolicismo, se presenta como un elemento clave en esta historia. Sus rituales, que incluyen ofrendas, cantos, danzas y sacrificios de animales, buscan la comunicación con las deidades, los Orishas, para alcanzar el equilibrio y la armonía. Sin embargo, en este contexto, la santería se presenta como un elemento perturbador, un símbolo de lo desconocido y amenazante.
El uso de elementos rituales de la santería para intimidar a Romina Mircoli plantea interrogantes sobre la interpretación y manipulación de las creencias religiosas. ¿Se trata de una práctica genuina de santería o de una tergiversación de la misma con fines maliciosos? La investigación de la Fiscalía deberá esclarecer estos puntos y determinar la verdadera naturaleza de los hechos. Mientras tanto, Romina Mircoli permanece en el ojo del huracán, a la espera de que se haga justicia y pueda recuperar la tranquilidad que le ha sido arrebatada.
Fuente: El Heraldo de México