Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Salud

20 de agosto de 2025 a las 09:15

Bebés probeta: 4,000 milagros mexicanos al año.

La historia de Joana Espíndola es un testimonio de perseverancia y esperanza para muchas mujeres que anhelan la maternidad. Su camino, marcado por el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) y cuatro años de tratamientos, culmina con la inminente llegada de su bebé gracias a la Fecundación In Vitro (FIV). Este procedimiento, considerado uno de los más avanzados en medicina reproductiva, se ha convertido en una alternativa para miles de parejas en México, donde se registran entre tres mil y cuatro mil nacimientos anuales por este método, según el Instituto Ingenes. La lucha de Joana refleja la realidad de muchas mujeres que enfrentan dificultades para concebir de forma natural, un desafío que la ciencia ha abordado con avances significativos.

La postergación de la maternidad y paternidad es una de las principales razones del incremento en la demanda de tratamientos de reproducción asistida, como explica la embrióloga Jacqueline Cordero, directora del laboratorio de reproducción asistida de Ingenes. Este retraso en la búsqueda de la descendencia, si bien responde a diversas circunstancias personales y sociales, implica un aumento en los casos de infertilidad, ya que la capacidad reproductiva, especialmente en las mujeres, disminuye con la edad.

Si bien la ciencia ha ampliado las posibilidades, permitiendo tratamientos de FIV incluso hasta los 50 años, la especialista enfatiza la importancia de una evaluación rigurosa de cada paciente, considerando los riesgos potenciales de un embarazo a edades avanzadas. Es crucial entender que cada caso es único y requiere un enfoque personalizado.

La bióloga Carmen León Izarra, especialista en reproducción humana, profundiza en la realidad biológica de la mujer, recordando que nacemos con una reserva ovárica limitada que disminuye con el tiempo. Esta disminución, gradual al principio, se acentúa después de los 35 años, y se vuelve aún más pronunciada después de los 40. Este factor biológico ineludible es un elemento clave en la planificación familiar y en la toma de decisiones sobre la maternidad.

El proceso de FIV, desde la decisión inicial hasta la transferencia del embrión, es un recorrido complejo y delicado. Comienza con la sincronización del ciclo menstrual de la paciente, seguida de la estimulación ovárica para obtener óvulos maduros. Posteriormente, se realiza la aspiración y captura de los óvulos para su fecundación en el laboratorio. Los embriones resultantes son monitoreados durante cinco días para seleccionar aquellos con las mejores características morfológicas e incluso genéticas. Finalmente, el embrión más viable se transfiere al útero, o se congela para futuros intentos.

La innovación tecnológica juega un papel fundamental en la mejora continua de estos procedimientos. La Inteligencia Artificial (IA), aunque aún con costos elevados, se está integrando en algunos procesos, prometiendo mejores resultados en el futuro. Además, los avances en genética permiten la selección de ciertas características del bebé, como el color de ojos o piel, aunque la carga genética de los progenitores sigue siendo determinante en su desarrollo.

En cuanto al aspecto económico, los costos de la FIV en el sector privado oscilan entre los 150 mil y los 200 mil pesos, dependiendo de la complejidad del caso. Afortunadamente, también existen opciones en el sector público, aunque con mayor tiempo de espera y menor disponibilidad.

El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), la endometriosis y los miomas son algunas de las condiciones médicas que, junto con la edad avanzada, llevan a muchas mujeres a buscar la FIV. Estas condiciones pueden afectar la calidad ovárica o dificultar la implantación del embrión, haciendo que la FIV sea una alternativa viable para alcanzar el sueño de la maternidad. La historia de Joana Espíndola, aunque particular, representa la lucha y la esperanza de muchas mujeres que, gracias a la ciencia y la perseverancia, pueden hacer realidad su deseo de ser madres.

Fuente: El Heraldo de México