La tranquilidad de una tarde bogotana se vio abruptamente interrumpida por un acto de violencia inexplicable. Las imágenes, captadas por una cámara de seguridad y rápidamente difundidas en redes sociales, muestran la crudeza del ataque: un adulto mayor, con un arma blanca en mano, arremete contra dos personas en la Terminal de Transporte Salitre. El silencio digital se rompe con la viralización del video, generando una ola de indignación y temor entre los ciudadanos. ¿Qué lleva a un hombre de la tercera edad a cometer semejante acto? La pregunta resuena en las mentes de quienes han visto las impactantes imágenes.

El video, de poco más de un minuto de duración, narra una historia de violencia gratuita. El agresor, visiblemente alterado, se acerca a un joven que se encuentra distraído con su celular, asestándole una puñalada en el pecho. La víctima, en un acto reflejo de supervivencia, logra esquivar la peor parte del ataque y se aleja rápidamente del peligro. Sin embargo, el agresor no se detiene ahí. Continúa su embestida contra un segundo hombre, a quien hiere en el abdomen. Afortunadamente, al igual que la primera víctima, este hombre también consigue zafarse del atacante.

Es en este punto donde la historia da un giro aún más perturbador. El agresor, tras no lograr su cometido con las dos primeras víctimas, vuelve el arma contra sí mismo, autoinfligiéndose heridas en el estómago. La escena, ya de por sí violenta, se tiñe de un matiz de desesperación y confusión. ¿Se trata de un acto de remordimiento? ¿O es la manifestación de una mente perturbada? Las interrogantes se multiplican.

Herido y sangrando, el agresor intenta adentrarse en la terminal, presumiblemente para continuar su ataque. Sin embargo, un oficial de policía, alertado por los gritos y el commotion, lo intercepta y se abalanza sobre él para intentar desarmarlo. En un acto de valentía ciudadana, un testigo del incidente se une al policía en la lucha por someter al agresor. Segundos después, llegan refuerzos policiales que culminan la detención.

Las autoridades de Bogotá, a través de un comunicado oficial, confirmaron los hechos ocurridos el 17 de agosto a las 13:35 horas en la zona de descensos de la Terminal Salitre. Según la investigación preliminar, el agresor atacó a dos viajeros en el área de taxis antes de autolesionarse. La alcaldía destacó la rápida intervención de la Policía y el personal de la terminal, que permitió controlar la situación y evitar una tragedia mayor.

Uno de los heridos fue trasladado a la Clínica de Occidente, donde recibe atención médica y se monitorea su estado de salud. El agresor también recibió atención médica por las heridas autoinfligidas y permanece bajo custodia policial. Las autoridades continúan investigando los motivos detrás de este acto de violencia, que ha conmocionado a la ciudadanía y reabierto el debate sobre la seguridad en los espacios públicos. Mientras tanto, el video del incidente sigue circulando en redes sociales, como un crudo recordatorio de la fragilidad de la paz y la necesidad de una mayor atención a la salud mental. ¿Qué medidas se tomarán para prevenir futuros incidentes de este tipo? ¿Cómo podemos construir una sociedad más segura y pacífica para todos? Estas son las preguntas que debemos plantearnos como sociedad.