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19 de agosto de 2025 a las 05:00
Rescatan 40 animales y detienen a 2 traficantes
El bullicio habitual del Mercado de San Juan de Dios y el colorido Tianguis de Tonalá se vieron interrumpidos el pasado 17 de agosto. No por el ir y venir de los compradores, ni por el pregón de los comerciantes, sino por un operativo que, como un rayo, desmanteló dos puntos de venta de fauna silvestre. Imaginen la escena: el murmullo expectante de la gente, el sigilo de las autoridades, el aleteo nervioso de las aves enjauladas… una imagen que contrasta con la vibrante alegría que caracteriza a estos lugares.
Cuarenta ejemplares de vida silvestre, arrancados de su hábitat natural, fueron rescatados del yugo del tráfico ilegal. Seis loros frente blanca (Amazona albifrons), con su distintivo parche blanco en la frente, 32 pericos atoleros (Eupsittula canicularis), conocidos por su inconfundible canto, y dos loros corona lila (Amazona finschi), con su elegante plumaje, volvían a respirar la esperanza de una vida digna. Aves que, en lugar del canto libre de la selva, escuchaban el ruido ensordecedor del mercado; aves que, en vez del follaje verde de los árboles, veían los barrotes de una jaula. Ahora, gracias a la intervención de la Profepa, en coordinación con la Guardia Nacional, la Policía Estatal, Protección Animal de Guadalajara y Centros de Rescate de Fauna, estas aves tienen una segunda oportunidad.
Detrás de cada uno de estos animales rescatados hay una historia de crueldad, una red de tráfico ilegal que lucra con la vida silvestre. Este operativo no sólo rescata animales, sino que desmantela una parte de esa red. Dos personas fueron detenidas y puestas a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR). Una victoria para la justicia, un paso adelante en la lucha contra este delito que amenaza nuestra biodiversidad.
Los psitácidos, la familia a la que pertenecen loros, pericos y guacamayas, se encuentran entre las aves más vulnerables. Imaginen la tristeza de un bosque silencioso, sin el alegre parloteo de estas aves. Un mundo sin sus colores vibrantes, sin su vitalidad. Su tráfico y comercialización son un problema grave, una herida abierta en nuestro patrimonio natural. La Profepa lo sabe y por eso lo ha convertido en una prioridad.
Este operativo, fruto de un trabajo coordinado entre diversas instancias, desde la Guardia Nacional hasta UMAS y PIMVS, demuestra la importancia de la colaboración en la protección de nuestra fauna. No se trata sólo de un decomiso, sino de un rescate integral. Los ejemplares asegurados son puestos bajo el cuidado de personal especializado que les brinda el trato digno y respetuoso que merecen, mientras se llevan a cabo los procedimientos administrativos. Un respiro para estas aves, un tiempo para recuperarse del trauma del cautiverio.
La lucha contra el tráfico ilegal de especies es una batalla constante. La Profepa, con acciones como esta, reafirma su compromiso con la protección de la biodiversidad de México. Cada ejemplar rescatado es una victoria, un símbolo de esperanza para un futuro donde la vida silvestre pueda vivir en libertad. Y es un recordatorio de que todos, como ciudadanos, tenemos un papel que jugar en la protección de nuestro patrimonio natural. Informarnos, denunciar y consumir responsablemente son acciones que contribuyen a esta importante causa. El futuro de nuestra biodiversidad está en nuestras manos.
Fuente: El Heraldo de México