El mundo del espectáculo deportivo se ve sacudido una vez más, y esta vez la controversia tiene como protagonistas a dos figuras que han trascendido las pantallas y los escenarios para enfrentarse en el cuadrilátero: Gala Montes y Alana Flores. La chispa que reavivó las llamas de la polémica fue una historia publicada en Instagram por la streamer regiomontana, Alana Flores, donde revelaba un fragmento de su contrato para el evento Supernova Strikers 2025. Este documento, aunque efímero en la plataforma digital, dejó una huella imborrable en la narrativa del enfrentamiento, exponiendo un supuesto incumplimiento de peso por parte de Gala Montes.

La imagen del contrato, acompañada por el texto "Lo prometí y aquí está… mi contrato inicial estaba pactado de esta forma :)", mostraba las cláusulas que especificaban los pesos acordados para ambas contrincantes: 54 kilos para Alana Flores y 62 para Gala Montes. Sin embargo, la balanza en la ceremonia de pesaje previa a la pelea cantó una melodía diferente, marcando 68.500 kilogramos para la actriz y cantante, una diferencia considerable de 6.500 kilos por encima del peso estipulado.

Este desajuste entre lo acordado y lo registrado desató una ola de comentarios y especulaciones en redes sociales. La controversia se agudiza al recordar las declaraciones previas de Gala Montes, quien había negado la existencia de un acuerdo sobre el peso para el combate. Esta contradicción aparente entre el documento presentado por Alana Flores y las afirmaciones de Gala Montes alimenta la incertidumbre y abre un abanico de interrogantes. ¿Hubo un cambio de último momento en el acuerdo? ¿Existió una mala interpretación de las cláusulas del contrato? ¿Se trata de una estrategia para generar mayor expectación en torno al evento?

La victoria de Alana Flores por decisión unánime, a pesar de la diferencia de tamaño y peso, añade otra capa de complejidad al relato. Si bien el resultado final podría interpretarse como una muestra de la destreza y preparación de la streamer, la sombra de la controversia sobre el peso persiste. ¿Habría sido diferente el resultado si Gala Montes hubiese cumplido con el peso pactado inicialmente? ¿Influyó esta diferencia en el desempeño de ambas peleadoras?

Más allá del resultado deportivo, la polémica pone de manifiesto la importancia de la transparencia y la comunicación clara en los acuerdos contractuales, especialmente en eventos públicos que generan gran expectación. La fugacidad de la historia de Instagram, rápidamente eliminada, contrasta con la permanencia de las interrogantes que ha dejado en el aire. El público, ávido de respuestas, espera las aclaraciones de las protagonistas de esta historia, mientras la controversia continúa alimentando el debate en las redes sociales. ¿Se pronunciará Gala Montes al respecto? ¿Presentará nuevas pruebas que respalden su versión de los hechos? El futuro de esta polémica, al igual que el de cualquier buen combate, permanece incierto, manteniendo a la audiencia expectante ante el próximo movimiento.